LaStrada, de Fellini, de gira por Madrid, Málaga, Ponferrada y Segovia
En 1954, Federico Felli ni estrenó La Strada en la Mostra de Venecia, obteniendo duras críticas a pesar de que ganó el León de Plata. Por fortuna estas opiniones no se sostuvieron cuando el filme llegó a Francia y a Estados Unidos, donde ganó el Oscar a la Mejor Película de Habla No Inglesa en 1957.
Mario Gas es el primer director que se atreve a llevar al escenario, en adaptadción de Gerard Vázquez, esta obra maestra del neorrealismo italiano protagonizada por Anthony Quinn, Giulietta Masina y Richard Basehart.
Un destino trágico
En la arrasada Italia de posguerra, una mujer ahogada en la miseria vende por diez mil liras a su inocente hija Gelsomina a un violento y analfabeto forzudo l lamado Zampanó, que recorre el país como cómico de la legua. En su itinerario se encuentran con El Loco, un acróbata que provoca los celos enfermizos de Zampanó debido a su interés en la chica, leal al hombre que la maltrata.
La obra habla con profunda tristeza de la crueldad humana, las obe- diencias insanas y los sueños rotos, con una sencilla pero bella puesta en escena compuesta solo por un viejo carromato que funciona como carpa circense y un brasero.
Alfonso Lara, Verónica Echegui –tercera incursión teatral tras Inferno y El amante– y Alberto Iglesias brillan como tres miserables en lucha por su supervivencia entre la crueldad y la grandeza.