SuperTele

Descubrir El Hierro, la isla interior

Este pequeño paraíso canario de paisajes volcánicos, frondosos bosques y calas de agua cristalina nos invita a la última escapada del frío.

-

El Hierro, la más pequeña y occidental de las islas Canarias, declarada Reserva de la Biosfera, es un destino perfecto para disfrutar del buen tiempo en los meses de otoño.

Con una abrupta costa que dibujan altísimos acantilado­s, como el de Punta Grande, con el hotel más pequeño del mundo, y la Fuga de Gorreta, y con pocas playas, solo calas de negra piedra volcánica, está considerad­a como una isla interior con paisajes únicos.

Algunos de ellos son el enigmático Lajial de La Restinga, un paraíso para el submarinis­mo; los riscos de Tibataje, en la localidad de Frontera, donde habita el lagarto gigante, una especie autóctona de unos 60 cm, y la Dehesa, un bosque de sabinas centenaria­s, de formas imposibles trazadas por los vientos alisios, que rodea la ermita de la Virgen de los Reyes, donde cada cuatro años llegan los herreros en romería con la imagen de la patrona.

El fin del mundo

De aquí parte un sendero hacia el faro de Orchilla, en el extremo más occidental de la isla. Se considerab­a el fin del mundo hasta el descubrimi­ento de América y lugar por donde pasaba el meridiano cero, según el astrónomo Claudio Ptolomeo en el siglo II, hasta que en 1885 los ingleses lo trasladaro­n a Greenwich.

Valverde es su capital, situada en una ladera a 700 m, la única interior del archipiéla­go con sus casitas coloniales en empinadas calles y la destacada iglesia de Santa María de la Concepción. Entre esta ciudad y Frontera – con La Maceta, una charca de grandes dimensione­s, el lugar preferido de los vecinos para el baño junto al Charco Azul–, está Malpaso, la cima de la isla, a 1.501 m.

Otros tesoros de la isla son el balneario de Pozo de la Salud; el Roque de la Bonanza; el Pozo de las Calcosas, un pueblo pesquero deshabitad­o que conserva su estado original con casas de piedra seca y tejados de paja; el parque natural de El Julán, donde se puede visitar un yacimiento arqueológi­co, y el Árbol Garoé, considerad­o sagrado por los bimbaches –habitantes de la isla hasta la colonizaci­ón de Jean IV de Béthencour­t–, ya que sus hojas recogían el agua de la lluvia, abastecién­doles. El original fue destruido en 1604 por una tormenta, siendo sustituido por otro en 1949.

Dispone además de miradores para observar todo el paisaje volcánico, como el de las playas, con el Parador Nacional, el de Bascos, y el de la Peña, el más popular, obra del lanzaroteñ­o César Manrique que siempre mantuvo sus raíces en su obra.

 ??  ?? MIRADOR DE LA PEÑASABINA­CHARCO AZUL El faro deOrchilla.
MIRADOR DE LA PEÑASABINA­CHARCO AZUL El faro deOrchilla.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain