‘Ese programa del que me habla usted’
aterriza en La 2 en clave de humor
Christian tiene tres pasiones: la televisión, concretamente su programa Pasapalabra, la escritura y Leonardo da Vinci. De hecho, el presentador dice tener muchos puntos en común con él. “Como el artista italiano, creo y defiendo en la polimatía”. Y tanta es la admiración de Gálvez por él, que lleva más de una década dedicado a la investigación y difusión de su persona y su obra.
Para conmemorar el quinto centenario del fallecimiento del artista, se ha inaugurado la exposición Leonardo da Vinci . Los rostros de un genio, de la que Christian es uno de sus comisarios, y que sus admiradores podrán ver en Madrid, en el Palacio de las Alhajas y en la Biblioteca Nacional de España, hasta el próximo 19 de mayo.
De la mano del presentador conocemos detalles de la exposición, integrada por retratos suyos y de sus coetáneos, infografías o elementos audiovisuales, así como 16 reproducciones de máquinas e inventos surgidos de su mente visionaria.
Curioso insaciable
Nadie mejor que Christian para desentrañar la figura de este portentoso hombre del Renacimiento. “Era vegetariano, pero las únicas recetas que legó son de carne. También era pacifista y un hombre de honor, aunque se vendió dos veces como ingeniero militar, diseñando máquinas bélicas para sobrevivir, a las órdenes de Ludovico Sforza y de los Borgia”, explica Gálvez. Repudiado en su época por su espíritu crítico, su tanto su vida como sus pinturas estuvieron rodeados de misterio. “A través de esta exposición se comprueba que su universo escondía más de lo que ven nuestros ojos. Por ejemplo, tenía obsesión por el vuelo, y fue el primero en abordar la cualidad de las aves, pero no conseguir volar le frustró mucho. Era un curioso insaciable”, dice.
Además de la enigmática Gioconda, pintó 30 obras en rivalidad con Miguel Ángel . “La competitividad era habitual en el Renacimiento, sobre todo en la búsqueda de mecenas”. Christian asegura deberle mucho. “Estudiar a Leonardo me ha ayudado a eliminar prejuicios”.
“Como Da Vinci, yo defiendo la polimatía”
(C. Gálvez)