Ajeno a Hollywood
El actor neoyorquino, instalado en Madrid, sigue siendo una gran estrella, muy a su pesar.
Prepara ‘Falling’, su debut como cineasta
El Club Atlético San Lorenzo de Almagro, en Buenos Aires, y el mate son las dos únicas cosas que siempre están presentes en la vida de Viggo Mortensen,un tipo inquieto y con un potente discurso político y cultural, que combina la actuación con la pintura, la fotografía, la poesía y la edición de libros.
El fútbol fue la primera pasión de este actor, que ya ha cumplido 60 años, de padre danés y madre estadounidense, que pasó su infancia en Venezuela y Argentina – de ahí su dulce acento castellano– pero supo que nunca destacaría como deportista. Por eso, cuando sus padres se divorciaron y él regresó con su madre a Nueva York, se volcó en la interpretación.
Pasó varias pruebas para Greystoke: La leyenda del Tarzán, aunque no fue elegido y las escenas que rodó en La rosa púrpura del Cairo, de Woody Allen, fueron descartadas en el montaje. Lejos de desanimarse, siguió in- sistiendo hasta debutar en Único testigo, de Peter Weir en 1985. Pasó sin pena ni gloria por un sinfín de producciones ochenteras y noventeras hasta que La teniente O’Neil y Un crimen perfecto, le dieron notoriedad.
Canditado al Oscar
Aragorn, de la trilogía de El Señor de los Anillos, le convirtió en una celebridad, pero agobiado por la fama y los paparazzi, viró hacia el cine de autor –con tres películas de Cronenberg–, al cine indie y al europeo, perdiendo fama pero ganando credibilidad y respeto.
Tras dos nominaciones al Oscar por Promesas del Este y Captain Fantastic, vuelve a ser candidato con Green Book, el filme que estrena el viernes 25, con el que además logró su cuarta nominación al Globo de Oro.
Instalado en Madrid desde 2008, donde vive como pareja de la actriz Ariadna Gil –con la que ha rodado Alatriste y Appaloosa–, su próxima película será Unabomb, un thriller en el que interpretará al agente del FBI que logró detener al famoso terrorista Theodore Kaczynski. Además está a punto de rodar Falling, su esperado debut como director.