“Con tesón todo se consigue”
Este asturiano de 29 años ha hecho historia al llevarse, nada menos, que 1.524.000 euros, en Pasapalabra, donde participó durante 168 programas. Introvertido, lector empedernido, curioso y muy familiar, asegura que el premio lo ve como un ‘colchón’ y que el programa ha sido una buena terapia para mejorar su timidez.
¿A quién dedicas el premio?
A mis padres, que llevan toda la vida trabajando, y se lo merecen más que nadie.
¿Qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza cuando ganaste?
Pues pensé: “¡Hostias, lo que acabo de hacer!”. Luego vino Christian y me abrazó, así como el resto de los participantes. Y después pensé que le acababa de solucionar la vida a mi familia y a la gente que quiero. Soy joven y tengo toda una vida por delante.
¿Vas a darte algún caprichito?
¡Yo diría que caprichazo! Me gustaría viajar a Grecia y a Japón, que me atraen mucho desde niño; y a otros países, como la Costa Marrón: Móstoles, Leganés y Alcorcón (risas).
¿Sabías que tienes muchas fans?
Tengo twitter y sé que me sigue mucha gente. Les estoy agradecido porque eso me empuja.
¿Cambia la vida cuando uno se despierta millonario?
¡Claro que sí!, pero yo no quiero adelantarme a nada. Soy una persona tímida y el concurso me ha servido para abrirme más. Es un premio excepcional, pero yo lo veo como un ‘colchón’.
¿Por qué te presentaste?
Yo era muy fan del programa y mis padres me decían que acertaba muchas en casa. Me presenté a un casting en Avilés. Solo es- tuve tres programas y luego hubo una supercopa por provincias, que me dio derecho a volver.
¿Pensaste que ganarías?
Me hacía ilusión, pero tampoco dependía del todo de mí. Había que controlar los nervios. Con tesón todo se consigue.
Has creado una buena relación con Christian Gálvez...
Muy buena, y creo que seremos amigos para siempre.
¿Cómo te enfrentaste a la última pregunta: “Apellido del ingeniero francés que, junto a Arthur C. Krebs, construyó el dirigible militar ‘La France’ en 1884”?
Estaba dudando entre dos. Había leído un libro sobre la historia de la aviación y sé que había un señor que se llamaba Renald, y me arriesgué.
Y tienes muy buena memoria...
He leído mucho desde niño. Me sabía todas las capitales del mundo y siempre me ha encantado aprender.
“Me voy a dar un ‘caprichazo’, iré a Grecia y a Japón”