“Es surrealista que me vean como una estrella”
Bendita esquizofrenia”. Álvaro Morte responde así a la pregunta de cómo cambia de personaje. Ahora graba La rueda del tiempopara Amazon, una serie apocalíptica –“Es como tener súper poderes”–, y antes vivió en la Antártida gracias The Head, para Mediapro, HBO Asia y Hulu Japón; eso sin contar con La Casa de Papel,que vuelve en abril
–“El montaje tiene una pinta estupenda. ¡Ojalá no decepcione!”–. Pero toca hablar de El embarcadero. Celebra que su personaje, Óscar, caiga bien a pesar de ser infiel: “¿Y no le vamos a perdonar ahora por algún trapillo sucio?” (ríe).
Visto con la perspectiva del tiempo, confiesa que el marido infiel, que aparece muerto, “es víctima de sus propios miedos. No es capaz de afrontar su realidad, comete errores y necesita redimirse. Pero esa redención también podría ser muy peligrosa”. Si en la primera tanda le vemos a través de flashbacks, atrapado en la Albufera, la segunda supone su caída al infierno: “Los personajes viran y todo se tuerce. Y tiene un final acorde”. Por este trabajo acaba de recoger el premio MIM Series: “Me ha hecho ilusión. Yo, para no sufrir, no me implico emocionalmente con los personajes”. Entre proyecto y proyecto sueña con su Albufera particular: “Mi familia. No necesito escapar a ningún sitio o llenar una parte de mi vida.
Paso demasiadas horas fuera de casa”. Le sorprende que le cataloguen como estrella: “Sigo siendo el mismo, solo ha cambiado la vida a mi alrededor. Es una situación surrealista”. Y aunque agradece trabajar con gente que admira, como John Lynch o Rosamunde Pike, lamenta “una pérdida de intimidad por la fama”. Productor de teatro, se plantea estar al otro lado: “Ojalá se dé la oportunidad”.