‘El Ministerio del Tiempo’ Entrevistamos a Toni Zenet que da vida a Picasso cuando pintaba Guernica, en el capítulo del martes 26. Y desvelamos los próximos personajes históricos de la serie de La 1.
El actor y músico nos habla de su transformación en el pintor, malagueño como él, de su encuentro con Velázquez y el resto de la patrulla, y de su experiencia en el rodaje.
Si pudiera, viajaría al futuro, para ver si se cumple lo que dice Philip K. Dick o Ray Bradbury”, nos dice Toni Zenet, que, sin embargo, frecuenta personajes de época como en Hache, El Ministerio..., o la que puede ser la siguiente, para la que ha hecho cásting en este encierro.
¿Cómo llegas a El Ministerio del Tiempo?
Sin prueba. Sabían que había hecho de Picasso en una miniserie de Juan Antonio Bardem hace 30 años. Es alucinante hacer el mismo personaje con 18 años y con 52.
¿Habías visto la serie?
Claro, soy un loco de la ciencia ficción. Es una serie imaginativa, con un gran trabajo de arte, ambientación y vestuario.
¿Transformación física?
Trabajamos el pelo. Dos horas para crear su largo flequillo, y dar la sensación de cortina.
¿Cómo preparaste el papel?
En su día me tragué tres biografías pero ahora lo conozco bien, a él y su pintura –yo también pinto–. Fue interesante trabajar con Anaïs Schaaff, la directora, los matices que quería de mí para el personaje en 1937, ya como cotizadísimo pintor.
¿Cuál es la trama?
La patrulla lo visita en París para que recupere la inspiración para pintar el Guernica. Esto, unido a otra trama más grave…
¿Cómo será el encuentro con Velázquez?
Es un juego muy cómico desde la admiración mutua; la real de Picasso, que al verle le suena su cara pero no lo sabe ubicar; y la de ciencia ficción de Velázquez que, al ver su pintura, tiene que disimular su emoción.
¿Y la relación con Dora Maar?
Está muy bien tratada, de igual a igual, de dos artistas que se respetan y admiran. En una secuencia, ella, su actual amante, coincide con su esposa Olga. Picasso superponía relaciones.
¿Qué pensaría si te viera Picasso?
Por su gracejo andaluz, aunque se enfadó con su tierra, pondría una sonrisa condescendiente.
¿Qué tal el rodaje?
Grabamos bajo el Puente de Segovia, Madrid, que simulaba las escaleras de Montmatre de París, de noche y en un club tan bien recreado que tienes la mitad del trabajo hecho. Es mágico sentirte así.
¿Y en el estudio de Picasso?
Me hinché a hacer fotos. Enorme, con sus bocetos, sus libros, la cama… porque él vivía allí. Una recreación exquisita, además en un local, donde curiosamente he tocado como músico.
¿Y con los actores de la serie?
Un gustazo. Encantadores y a favor de obra. Con Hugo Silva tengo amigos comunes, y Julián Villagrán, al que le encanta mi música, me pidió opinión sobre la portada del disco que sacará.
¿Lo más gratificante?
El reencuentro con el personaje que me dio mi primer papel como actor, ahora que estoy más asentado como músico.
Estabas de gira con La Guapería. ¿Cuál es tu estilo?
Teniendo como base el jazz, soy un ladrón de géneros: tango, copla, bossa nova… con un estribillo pegadizo.
Un perfil parecido al de tu personaje en Hache.
Sí, Larrocha, un pianista de los tiempos dorados del bolero y el jazz, los años 30 y 40, con una trama amorosa interesante.
¿Es verdad que también pintas?
Sí, con realismo, al óleo, y también hago técnica mixta. Ya no me caben en casa los que he hecho durante este encierro.
“Para el flequillo tipo cortina, dos horas en peluquería”
“La recreación de su estudio parisino es exquisita”