Protagonista. Spike Lee

Con 34 años de carrera y un Oscar como guionista, el cineasta mantiene su carácter contestatario.

Leyendo biografías de Marlon Brando y Paul Newman y viendo viejas películas, ha pasado el confinamiento Spike Lee, que estrena Da 5 Bloods el viernes 12 y que, al igual que el resto de los afroamericanos, está en pie de guerra contra la brutalidad policial tras el asesinato de George Floyd, un mal endémico de su país que ya denunció en su tercera película, Haz lo que debas (1989), y en el reciente corto 3 Brothers: Radio Raheem, Eric Garner & George Floyd.

Conciencia negra

Fue esta película o ‘cuelgue’ como él mismo las define

– A Spike Lee Joint– la que le situó como un cineasta a tener en cuenta, un tipo que no se pliega a los dictados de la industria, con fama de cabreado permanente, azote de Donald Trump, al que llama ‘Agente Naranja’, y el único que ha retratado a la comunidad y a la cultura afroamericana a través de documentales – Cuatro niñas y When the Levees Broke– y pel ículas – Cuanto más, ¡mejor!, Malcolm X, La marcha del millón de hombres, Milagro en Santa Ana, e Inf i l trado en el KKKlan,

su tercera nominación al Oscar y el segundo en ganar tras el honorífico de 2015–, que financia con su productora 40 Acres & A Mule (‘40 acres y una mula’), en referencia a lo que se ofreció a los esclavos tras la Guerra de Secesión.

Shelton Jackson Lee nació en Atlanta hace 63 años y se trasladó a Brookyn siendo un niño, cuando sus ‘hermanos’ luchaban por sus derechos civ i les. Sus padres, un músico de jazz y una profesora, culpable de su pasión cinéfila, le apodaron Spike (‘espina’), por su carácter contestatario, que no ha perdido. Graduado en la universidad de Nueva York, donde ahora da clases, debutó como director con Nola Darling. Tres décadas después, será el primer negro que presida el jurado en el Festival de Cannes 2021.