Protagonista. Rufus Wainwright
Tras probar con la ópera, la poesía y los sonidos barrocos, el canadiense regresa al pop más refinado.
Ya prepara un disco vanguardista en francés
Previsto para el pasado abril, Rufus Wainwright publica el viernes Unfollow The Rules, su noveno trabajo, 12 temas como Alone Time y You Ain’t Big, que ha ido presentando en Instagram y Facebook durante el confinamiento.
Es el primer álbum pop en seis años del músico neoyorquino que creció en Montreal, hijo de los míticos cantantes canadienses Kat e McGa r r i g l e y Loudon Wainwright III, que le descubrieron a Camarón de la Isla, y hermano de Mart ha Wa i n - wright, con la que de niño jugaba a representar Tosca. Cuando se declaró el estado de alarma, estaba en Madrid de promoción – donde hace siete años celebró su 40 cumpleaños en el Teatro Real–, regresando urgentemente a Los Ángeles, a su mansión del exclusivo Laurel Canyon, donde vive con su marido Jörn Weisbrodt, ex asistente del dramaturgo Robert Wilson, y su hija Viva, concebida por su gran amiga Lorca Cohen, hija de Leonard Cohen, del que versionó el mítico Hallelujah, su mayor éxito incluido en la banda sonora de Shrek.
Final de acto
Un músico inclasificable –el mejor cantautor del planeta, según Elton John–, que ha compuesto dos óperas (Prima Donna y Hadrian), ha musicado sonetos de Shakespeare para la Berliner Ensemble Orchestra, ha emulado a su admirada Judy Garland en el escenario y, tras una juventud llena de excesos marcada por su adicción a la metanfetamina, disfruta de una apacible madurez.
Ahora, con Unfollow The Rules completa un círculo que comenzó en Los Ángeles, en 1998, donde grabó su primer y homónimo proyecto con 23 años. Sin conciertos este verano, prepara un disco vanguardista con temas compuestos en francés.