El teleadicto

Habréis escuchado algo sobre el polémico cartel de Patria, la serie que va a marcar el futuro de HBO en España. A un mes del estreno, la plataforma empapeló las calles con una doble imagen que muestra por un lado el dolor de una mujer que ve morir a su marido entre sus brazos tras recibir un tiro en la calle y, por otro, el etarra que lo asesinó sufriendo abusos en una comisaría. En medio minuto había miles de comentarios en redes que denunciaban una equidistancia intolerable entre víctima y verdugo. Unas horas después, Fernando Aramburu, el autor de la novela en que se inspira esta producción, afirmaba que ese cartel no hace justicia a su libro ni tampoco a una serie que cuenta, con matices, con su visto bueno. ¿Se ha equivocado HBO con esta campaña? Desde un punto de vista ético, por supuesto. Pero es un error tan obvio que mi intuición me dice, que ha sido un movimiento orquestado. Sospecho que el cerebro de marketing de turno consideró que con la etiqueta de ‘serie de calidad’ había riesgo de pasar desapercibido, que hacía falta ruido viral del que remueve las tripas y no el intelecto para captar la atención, y luego ya los críticos la devolverían a su vitrina de obra maestra. Enhorabuena. Objetivo conseguido. Desde aquí, gracias por dar una patada a ese frágil jarrón, reconstruido pieza a pieza por voces como la de Aramburu, que es la concordia de un pueblo.