Aunque no te vean la sonrisa…
Son tiempos de sonreír… hacia adentro, y seguir manteniendo una dentadura armoniosa, sinónimo de salud, rotundo pasaporte social y poderosa arma de belleza.
Ojalá hubiera mil motivos para sonreír. Todo el día, a todas horas. Dicen que es cuestión de proponérselo porque razones para hacerlo no faltan. Te las enumeramos: se liberan sustancias como dopamina (eleva el estado de ánimo), serotonina (calmante y analgésica), endorfina (sedante), adrenalina ( potencia la creatividad y la receptividad); se contraen inf inidad de músculos, que van desde la cara a la base pélvica, pasando por el abdomen; el corazón late con más fuerza; se duplica la entrada de aire en los pulmones; favorece la digestión; desarrolla lazos de amistad; predispone a la alegría y al bienestar; es una de las mayores armas de seducción que existen y, por si fuera poco, es contagiosa. Hasta Balzac decía que “dejar de reír envejece”.
Estética y salud
A pesar de la importancia de una buena y bella dentadura, no solo por razones de salud o funcionales sino también estéticas, todavía muchos españoles no han pisado ni una sola vez en su vida la consulta de un dentista. Sin embargo, no se puede obviar que la caries es la enfermedad bucodental más común en nuestro país (entre un 92 y un 94 por ciento de los adultos la padecen), con casi el total de la población.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las dolencias bucodentales comparten factores de riesgo con las cuatro enfermedades crónicas más importantes: las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, las patologías respiratorias crónicas y la diabetes, ya que se ven favorecidas por las dietas malsanas, el tabaquismo y el consumo nocivo o excesivo de alcohol.
La sonrisa ideal
Nunca tuvo tanta importancia como ahora exhibir una buena dentadura, aunque sea a golpe de carilla. Basta con buscar las miles de bocas felices que pueblan Instagram o escribir en Google cualquier nombre de famoso y poner ‘antes y después’ para comprobar lo difícil que resulta encontrar un rostro conocido que no haya tocado su sonrisa. Y es que la ideal existe. Según los expertos de Clínicas Den, un buen diseño
de la sonrisa es aquella cuyos incisivos superiores tengan una posición tal que se puedan ver de 2 a 4 milímetros con los labios en reposo.
Además, al sonreír, los labios deben elevarse más desde las comisuras que a nivel central, lo que crea una línea curva con una atractiva concavidad superior. En cuanto a dentífricos, la industria recibe con los brazos abiertos a las nanopartículas de hidroxiapatita, un componente natural del esmalte capaz de reparar las incipientes lesiones de desmineralización de la superficie dental y que ya está empezando a incluirse en las pastas dentales de las principales marcas.