Carme Chaparro trae Mujeres al poder: “Hay que elevar más la voz”
La periodista y escritora mostrará durante 13 entregas las hazañas de 26 luchadoras destacadas y anónimas.
Ha disfrutado mucho de la segunda entrega de este docureality, que ha vivido en primera persona, y donde ha empatizado con mujeres destacadas y anónimas, y con historias que la han hecho reír, llorar y superarse. Además, Carme Chaparro es la imagen de la campaña de Mediaset, 12 meses. Mujeres al poder, que apuesta por visibilizar la labor del género femenino.
¿Cómo fue el rodaje?
En enero de 2020 estábamos grabando en Soria a una de sus protagonistas, y nos enteramos de la pandemia. Así que volvimos a Madrid, por la seguridad del equipo, y regresamos a rodar cuando se acabó el estado de alarma.
¿Qué balance haces de lo vivido en el programa?
Este espacio es uno de los mejores regalos de mi carrera. Tengo el orgullo de haber conocido a personas especiales, fuertes y valientes.
¿Y cómo son sus historias?
El perfil es muy amplio. Empezamos por Teresa Bustos, de Airbus, una de las directivas más importantes del mundo. Una inspiradora para otras personas, y continuaremos con Laura Caballero, la directora de La que se avecina, que también me impresionó. E Inma Bermúdez, la única española diseñadora de Ikea.
¿Y todas serán triunfadoras?
No. Está Jacinta, de 80 años, que aprendió a leer con 70, y es poeta. Viuda joven, y con cinco hijos, emigró a Cataluña. Y también Maika Navarro, escritora y periodista, muy amiga mía, con la que buceé.
¿Cómo ha sido la convivencia?
Me he metido unos días en sus vidas para aprender y hacer actividades a su lado. Destacaría a Tina, una modelo mayor que cambió su lujosa vida para volver a España. Y Sonia, la única camionera que conduce un vehículo articulado en nuestro país. Viuda y con una hija, no lo tuvo nada fácil. Estuvimos de ruta por España mientras contaba su vida.
Además, eres prescriptora de la campaña 12 meses, de Mediaset, en marzo, mes de la Mujer.
Sí, pero el feminismo no es la lucha contra los hombres, sino trabajar en común para el futuro de nuestros hijos. Este programa, y la campaña, tratan de hacer visibles estos relatos inspiradores. He llorado mucho con ellas, y también he disfrutado. Cuando me lo propusieron, me emocionó poder dar voz y rostro a las mujeres.
Aunque todavía hay que reivindicar nuestro talento...
Lo primero es que nos lo creamos para que cambie. Siempre se lo digo a mis hijas: hay que elevar más la voz y seguir luchando. En mi caso, me acaban de nombrar vocal del Real Patronato de la Biblioteca Nacional y colaboro en la campaña europea. #No more Matildas. Al principio no me creía capaz, pero luego superé el ‘síndrome de la impostora’, ese que nos hace dudar siempre de nuestra fuerza y talento.
“Este espacio es uno de los regalos de mi carrera”