Vida sana.

Deporte para ti

Lo ideal es empezar a hacer deporte en la adolescencia. Más allá de los efectos frente al espejo, es muy importante entrenar la salud ósea a todas las edades porque los huesos dan soporte, permiten el movimiento y protegen los órganos internos.

Como explica Inma Blanquer, directora del centro Assari, “la mayoría de las personas alcanz a n e l pu nto máximo de densidad ósea entre los 20 y los 30 años, cuando es habitual hacer deporte con regularidad. Es a partir de los 35, y cuando nos acercamos a los 40, cuando empezamos a tener conciencia de la importancia del ejercicio en nuestra salud y comprobamos que si practicamos deporte nos encontramos mejor, tenemos más resistencia y controlamos el peso”.

Efecto terapéutico

Los últimos estudios de neurociencia han concluido que l a fel ic idad no es una cuestión tan subjetiva como creíamos, sino que está completamente ligada con las ‘hormonas de la felicidad’: las endorfinas, la dopamina, la serotonina y la oxitocina. Además, se ha demostrado científicamente que se liberan cuando se realiza ejercicio de forma habitual, ayudándonos a mejorar la salud mental. Sin embargo, como señala Sara Álvarez, fundadora de los programas de fitness Reto 48: “Una misma disciplina puede no resultar adecuada para todos los estados de ánimo o para el momento concreto que se esté viviendo”.

Si lo que se necesita es levantar el ánimo y una dosis extra de alegría, hay una receta fitness concreta. En ese caso, se trata de liberar endorfinas, y Ávarez recomienda ejercicios de cardio que estimulen el corazón como correr, bailar, montar en bicicleta o nadar. Para el estrés hay dos vías opuestas: “Hay quien prefiere una sesión de boxing o spinning para liberar adrenalina, mientras que otros necesitan generar una conexión cuerpo-mente en un entrenamiento relajado. Para ello les ayudarían sesiones de yoga, tai chi o pilates.

En caso de tener ansiedad, la experta recomienda practicar yoga, pilates o natación, ya que estos ejercicios se centran en la respiración y tienen el efecto secundario de relajarnos.

Solo el 12 % de los españoles va al

gimnasio

Durante una hora de caminata se queman 300

calorías