Consejos para la cesta de la compra perfecta
KéfiR.
Ya que los expertos recomiendan dejar de lado los suplementos y recurrir a ellos solo en ocasiones puntuales, lo ideal es cuidar de nuestra microbiota mediante la alimentación.
Sabemos que el alcohol, las grasas saturadas y el exceso de azúcar destruyen el equilibrio y provocan problemas intestinales que pueden derivar en otro tipo de problemas de salud, pero también se conocen muchos alimentos cuyo efecto es el contrario, ayudar a nuestra microbiota a lograr y mantener el equilibrio.
Estos son algunos de los indispensables en tu dieta diaria:
YOGUR. Es el más común, más asequible y con más beneficios para nuestra salud. Eso sí, deben ser naturales para no añadir azúcar a nuestra dieta. Los de leche de oveja o de cabra contienen más probióticos.
Podemos decir que es la versión turca de nuestro clásico yogur. También se obtiene de la fermentación de la leche, aunque se utilizan otro tipo de levaduras y bacterias para lograrlo, esto provoca que los microorganismos que habitan el él sean diferentes.
ENCURTIDOS. La palabra clave al hablar de probióticos es la fermentación. Esto quiere decir que el alimento está vivo y al ingerirlo nos aprovechamos de eso. En las aceitunas, pepinillos y demás vegetales encurtidos esta fermentación está asegurada.
Chucrut Esta receta es muy típica de Alemania y el este de Europa, a la vez que un probiótico natural muy conocido y utilizado. Se obtiene tras la fermentación de la col blanca o repollo.
Tiene una textura crujiente y un sabor ácido y se suele utilizar como guarnición en platos con carnes.
KOMBUCHA. Cada día más de moda y con mayor variedad de sabores, se trata de una bebida elaborada a partir de la fermentación del té. Es un proceso totalmente natural, pero, al igual que el resto de los productos fermentados, debemos saber que está sin pasteurizar.