VIEJA ESCUELA
Chasis de largueros, eje rígido trasero con ballestas y frenos de tambor, tracción delantera conectable, motor turbodiésel con unos modestos 150 CV... Sobre el papel y a un primer golpe de vista, la nueva entrega de la saga Hilux parece querer vivir de la
El Toyota Hilux es el líder no solo del mercado español de pick ups, sino incluso entre los todoterrenos con reductora. En 2015 se matricularon 2.615 unidades, lo que le supuso una cuota del 52 % de su heterogéneo mercado, una cifra brillante en términos absolutos y aún más si tenemos en cuenta que hablamos de un modelo que se encontraba al final de su ciclo comercial.
No obstante, durante los últimos meses el nuevo Nissan NP300 Navara ha entrado con fuerza en el mercado, y en Toyota confían en que la octava generación de su pick up (conocido internamente como AN-120) vuelva a “poner orden” en un mercado muy competido, en el que prácticamente todos sus rivales son nuevos modelos o han experimentado importantes actualizaciones.
Así, el Hilux estrena no solo carrocería e interiores, sino también chasis, motor y caja de cambios. Aunque no hay nada realmente revolucionario en su planteamiento, sí ha experimentado una notable mejora global en aspectos tan antagónicos como el confort y la capacidad de carga, sin olvidar el consumo, crucial en un vehículo industrial.
Crece en casi todas las dimensiones
Lo primero que llama la atención cuando estamos parados junto a él es su frontal, similar al estrenado por el nuevo Toyota RAV4. Pero, además, se trata de un vehículo aún más grande que el modelo al que reemplaza, ya que crece siete centímetros
Pablo J. Poza Toyota / P. J. Poza
en longitud, hasta alcanzar los 5,33 metros, mientras la altura aumenta 4,5 centímetros y la anchura, por el contrario, pierde dos centímetros. Curiosamente, la batalla no varía, pero sí se incrementa notablemente el peso en orden de marcha. En la nueva gama y centrándonos solo en las versiones de doble cabina, este oscila entre los 2.175 kilos de las variantes con cambio manual y menor equipamiento y los 2.230 de las versiones automáticas más equipadas, lo que supone entre 155 y 185 kilos de sobrepeso.
Buena parte de este aumento de masa se debe al incremento de rigidez torsional del chasis, cifrado en un 20 %, un aumento necesario, entre otras cosas, para conseguir homologar los 3.500 kilos de masa máxima remolcable con freno (aunque no para el doble cabina, que se conforma con 3.200 kg) de los que ya presumen los Ford Ranger y Nissan NP300 Navara, una característica que viene a solucionar uno de los tradicionales puntos flacos del modelo, que hasta hora era capaz de remolcar únicamente 2,5 toneladas. Asimismo, también ha aumentado la capacidad de carga, ya que este pick up alcanza los 3.100 kilos de masa máxima admisible, un cuarto de tonelada largo más de lo homologado hasta ahora.