¡MACANUDO!
El asalto al Porsche Macan le ha salido redondo a los diseñadores e ingenieros de Jaguar, que han desarrollado el primer todoterreno de la historia de la legendaria firma británica con su rival alemán en el punto de mira.
Si la silueta del Porsche Macan es la de un 911 “estirado”, la del jaguar F-Pace deriva igualmente de la del F-Type... pero con más estilo. No, no lo decimos nosotros; son las palabras de Julian Thompson, la risueña mano derecha (o quizá izquierda en esta ocasión) de Ian Callum, el jefe de diseño de Jaguar, quien ha modernizado y revolucionado la gama de esta legendaria marca de deportivos británicos emparentada hoy con Land Rover. Julian dirige al equipo de 25 diseñadores que crearán las líneas de los modelos de Jaguar durante los próximos 10 años, pero esta noche, a los pies de la idílica isla montenegrina de Sveti Stefan, con una copa de vino espumoso en una mano y un imponente Jaguar F-Pace azul First Edition con llantas negras de 22 pulgadas a su lado, su misión es otra. Su misión es convencernos de que su producto es sencillamente el mejor. ¿Lo logrará?
El F-Pace tiene muchos argumentos a su favor
Lo cierto es que Julian no lo tiene fácil. Aunque el F-Pace sea un automóvil extraordinario, el Macan sigue siendo la referencia cuando se trata de rodar con agilidad por cualquier tipo de carretera. En realidad, las virtudes del británico son otras. En primer lugar, su gama es muy amplia, y arranca en 45.000 euros, lo que le permitirá llegar a un público con menos poder adquisitivo sin despreciar a quienes prefieran o puedan decantarse por los motores más potentes y los equipamientos más completos.
Así, puedes elegir entre el turbodiésel Ingenium de dos litros y 180 CV estrenado por el Land Rover Discovery Sport y montado también por el Range Rover Evoque, el de seis cilindros en V y tres litros (con 300 CV) montado por los Land Rover Discovery, Range Rover y Range Rover Sport y el extraordinario 3.0 V6 de gasolina sobrealimentado por compresor (en versiones
de 340 y 380 CV) que montan todos los modelos de la gama actual de Jaguar, y que se instala aquí por primera vez en un todoterreno. De momento no hay planes (o, si los hay, no son públicos) de lanzar una versión con el motor V8 5.0 sobrealimentado de 500 CV que comparten varios modelos Jaguar y Range Rover, pero si tuviera que apostarme algo a que tarde o temprano saltará la “sorpresa”, apostaría sin dudarlo.
Al amplio rango de precios y motores (que en otros países es aún mayor con un 2.0 de gasolina de 240 CV), se suma una oferta de dos cajas de cambio (manual, de seis relaciones, o automática, de ocho) y dos sistemas de transmisión: tracción trasera permanente o total conectable automáticamente.
Además, entre las virtudes del F-Pace no podemos dejar de mencionar una excelente habitabilidad y la capacidad para salir del asfalto con cierta solvencia. Para ello se sirve de unas suspensiones con un razonable recorrido que permiten una notable altura libre al suelo, un sistema de tracción total conectable automáticamente mediante un embrague de discos instalado en la caja tránsfer, la formidable caja de cambios automática ZF8HP, el Intelligent Driveline Dynamics (la versión Jaguar del Terrain Response de Land Rover, con un programa específico para campo que prioriza el avance sobre la estabilidad) y un control de avance lento (All Surface Progress Control) basado en el estrenado recientemente por Land Rover que, si bien no te permitirá superar dificultades mayores que si no lo montara (como ocurriría, por ejemplo, con una reductora o un bloqueo del diferencial trasero), sí añade una herramienta de diversión para el conductor en un vehículo cuya faceta lúdica está fuera de dudas.
Todas estas armas son suficientes para que quien quiera acercarse a la montaña, a la playa o a cualquier otro lugar sin pavimentar pueda hacerlo, pero ni las suspensiones (de tarado más bien firme) ni los neumáticos (Pirelli P-Zero en medidas 265/40-22, en la unidad probada) son realmente adecuados para abandonar el asfalto. Quizá lo interesante aquí es que, aunque no se sienta cómodo haciéndolo, el F-Pace puede superar notables obstáculos, con una capacidad de vadeo de 52,5 cm (mayor que la de un Range Rover Evoque) y una notable altura libre de 21,3 cm, superior a la de la inmensa mayoría de todocaminos.
Camino hacia la carretera Serpentina
Todo esto pudimos comprobarlo a conciencia en un angosto y roto camino empedrado del parque nacional de Lovcen, un recorrido que además puso de manifiesto el buen
CON MOTORES DE ENTRE 180 Y 380 CV Y PRECIOS DESDE 45.000 EUROS, LA GAMA F-PACE PRETENDE ABARCAR UN AMPLIO RANGO DE CLIENTES