TEN EN CUENTA
No confundas el montañismo con un paseo por el campo. La alta montaña es dura y la accesibilidad, mala. Prepárate a conciencia y toma siempre precauciones: ■ Antes de salir, planifica. Ten claro dónde puedes tener más problemas. Estudia la complejidad y sé realista con el recorrido de tu ruta: ten un margen de seguridad razonable. Consulta las previsiones meteorológicas: en verano la posibilidad de tormentas es alta. Coméntale a alguien el itinerario que pretendes hacer y la hora prevista de finalización. Y cuando llegues, avísale. ■ No sobrestimes tus posibilidades. Elige una actividad y una ruta acorde a tu nivel técnico y físico. ■ No salgas solo. Un grupo de tres personas es un mínimo imprescindible: en caso de un problema (una lesión, por ejemplo), una se quedará acompañando al herido y la otra irá en busca de ayuda. Lleva un teléfono móvil cargado a tope, aunque no siempre encontrarás cobertura. ■ Equípate como es debido. No subestimes a la montaña. Lleva vestimenta adecuada, buen calzado, calcetines transpirables, gorro o gorra para el sol. Para el cicloalpinismo es imprescindible ir bien protegido: casco, guantes largos, rodilleras y coderas, así como una espaldera. Y atención: es muy importante protegerte con crema solar, especialmente a elevadas altitudes. ■ Asegúrate de llevar lo necesario. Una mochila adaptada a la modalidad que practiques (hay algunas para mountain bike que incorporan espaldera) te permitirá transportar el material indispensable para no tener sorpresas: además de agua y alimentos, mapa y gps, botiquín, navaja, linterna…, incluye un chubasquero y un forro polar, por si acaso. Si vas en bicicleta, añade una llave multiherramienta, bomba de inflar y algo de repuestos (cámara, parches, eslabón de cadena, patilla del cambio). ■ Revisa el equipo. Todo en perfecto estado. Si vas a llevar tu mountain bike, comprueba que está bien puesta a punto y revisada. La montaña es dura y las bicicletas sufren mucho.