COMODIDAD Y SEGURIDAD
Probablemente, uno de los avances más importantes en el mundo de los ATV y UTVs de los últimos años, después de la introducción de la alimentación por inyección electrónica, ha sido la aparición de la dirección asistida EPS, un sistema cada vez más presen
Yamaha fue pionera en utilizar el EPS con su Grizzly 700, el primer ATV que incorporó este elemento de ayuda en la dirección, directamente derivado del mundo de la automoción. La EPS o Electric Power Steering (Dirección Asistida Eléctrica) fue un avance muy significativo, que ayudó a facilitar el uso del vehículo en toda clase de terrenos, aumentando la seguridad del manejo y reduciendo la fatiga del piloto.
Tras este importante avance tecnológico, a la marca de los diapasones le siguió Polaris, y posteriormente todas las marcas se apresuraron a incluirlo en sus modelos de alta gama. Ahora, con el paso del tiempo, se han ido perfeccionando e incorporando a la mayoría de los vehículos de gama media y alta de todas las marcas, todos ellos, más o menos, con la misma base y algunas soluciones diferenciadoras, como los modos de asistencia o los mecanismos de actuación del sistema, pero todas con el mismo fin: ayudar en la peculiar conducción de los ATVs y UTVs.
¿Es eficaz, o no?
Desde que se lanzó, la EPS ha evolucionado ligeramente en cuanto a su funcionamiento. Al principio se componía de mecanismos que aplicaban prácticamente la misma asistencia a la dirección, independientemente de la velocidad de circulación y el estado del terreno, ahora nos encontramos con sistemas mejorados que se adaptan a muchos otros parámetros como la velocidad, la marcha engranada, las revoluciones, incluso a la incidencia sobre el manillar. Además, hay algunos sistemas, como el de Can Am, que permiten hasta tres modos de funcionamiento, de menor a mayor asistencia. Se denomina DPS Tri-mode o Dinamic Power Steering (Dirección Asistida Dinámica), y se aplica desde modelos de 500 cc hasta los más potentes de 1.000 cc de la gama Outlander o Renegade.
Frente a la EPS o DPS, la pregunta a plantearse es: ¿Hasta qué punto es recomendable el sistema? Pues bien, la respuesta no es sencilla y dependerá de la utilización prevista, los kilómetros, tipo de actividad y presupuesto, entre otros muchos parámetros. En la mayoría de los casos resultará una ventaja, aunque habrá usuarios que prefieran un modelo sin ella y que ofrezca sensaciones reales en la dirección a cambio de un mayor esfuerzo.
Sí, con ella se minimiza el desgaste físico, pero tendremos unas sensaciones algo artificiales. Este detalle ha ido cambiando con el paso del tiempo y el tacto es, en la mayoría de los casos, cada vez menos ficticio, ofreciendo (casi) una sensación similar a la de una dirección sin asistencia pero suave. A FAVOR ■ Menor desgaste físico. ■ Útil para trabajos laborales o recorridos
complicados. ■ Facilidad de conducción. ■ Recomendable en modelos pesados y de
dos plazas. ■ Para personas con alguna discapacidad. EN CONTRA ■ Aumento de precio. ■ Fiablidad del sistema. ■ Más peso. ■ Sensación artificial.