ESTE VEHÍCULO PERMITE COMBINAR DOS “DROGAS” TREMENDAMENTE ADICTIVAS: EL TODOTERRENO Y LA CONDUCCIÓN A CIELO ABIERTO
Algo similar ocurre con el equipo de frenos, sobredimensionado tanto en prestaciones puras como en asistencia, lo que vuelve a contribuir a darnos la sensación de que este Land Rover es más liviano de lo que en realidad es. Obviamente, si te lanzas a tumba abierta por un puerto de montaña apurando cada frenada, puedes lograr que los discos se pongan al rojo vivo y que el sistema hidráulico se convierta en un sistema gaseoso, algo que le ha ocurrido a algún compañero de profesión. Ahora bien, en un uso racional, por muy exigente que éste sea, los frenos son una auténtica delicia.
La rigidez estructural o, más bien, la falta de ella suele ser otra crítica típica de los modelos descapotables. Pero, en este caso, quienes busquen flaquezas en forma de crujidos del bastidor, puertas que no se cierran correctamente o cualquier otra manifestación no deseada de esa falta de rigidez no las van a encontrar. El carácter campero del vehículo nos ha permitido hacer todo tipo de perrerías como abrir y cerrar puertas y maletero con el Evoque apoyado sobre dos o tres de sus ruedas, y el resultado ha sido siempre satisfactorio.
No hay ningún modelo similar en el mercado
Y precisamente en campo es donde el Evoque Convertible cobra todo su sentido. Tanto si queremos pasear tranquilamente en comunión con el entorno, disfrutando de todos sus olores y sonidos, como si preferimos una conducción más dinámica por nuestros caminos favoritos, no hay un vehículo que aporte una experiencia similar.
Si aún tienes prejuicios sobre la poca practicidad de los descapotables, este Evoque te los borrará por completo. Con las ventanillas subidas, el deflector colocado y la climatización ajustada a una temperatura razonable, el invierno no es impedimento para experimentar la conducción a cielo abierto en un entorno confortable; el viento no te molestará, no sentirás la necesidad de “encogerte” y podrás mantener una conversación confortable. Precisamente es en esta época cuando más podrás disfrutar con la capota plegada, siempre que no llueva... o nieve. El verdadero enemigo tanto de este Evoque como de cualquier descapotable es el sol combinado con las altas temperaturas. En los días más duros del verano preferirás viajar cerrado y con el aire acondicionado a hacerlo descapotado y recibiendo el castigo del sol sobre tu cabeza, especialmente en entornos urbanos o en cualquier recorrido que te exija detenerte con asiduidad.
Así, lo mejor del Evoque Convertible es precisamente que conserva las mismas aptitudes para circular por campo que la