EL AUDI A4 ALLROAD PREFIERE LAS CARRETERAS CON CURVAS A LAS PISTAS DE TIERRA

las previsiones meteorológicas, las negociaciones con las bodegas... Todo, absolutamente todo, gira aquí alrededor del vino.

Laguardia, galardonada hace escasos días como Mejor Municipio Enoturístico por la Asociación Española de Ciudades del Vino, es una buena base de operaciones para visitar sus bodegas o las de Elciego, Samaniego, Leza o cualquiera de los numerosos pueblos circundantes que se benefician de las propicias condiciones ambientales de la Rioja Alavesa para la viticultura.

Haro es otra parada obligada, por su imponente arquitectura religiosa, su interesante núcleo urbano, su increíble concentración de bodegas y su oferta gastronómica. La autodenominada “Capital del Rioja” rinde homenaje al vino por todos sus rincones: innumerable señalización vertical con los nombres de todas sus bodegas, murales báquicos sobre los enfoscados de las casas, monumentos conmemorativos de la vendimia o de la “batalla del vino”, que se celebra cada 29 de junio... Incluso sus habitantes son conocidos como “jarreros” por la ya desaparecida costumbre de transitar con jarras de vino que rellenaban en las bodegas para consumir en sus casas.

El viaje a través de La Rioja bien puede concluir aquí, pero en nuestro caso de- cidimos alargarlo para hacer una nueva parada en la burgalesa Miranda de Ebro, donde se encuentra la hacienda El Ternero, la única bodega castellanoleonesa que elabora vinos dentro de la denominación de origen de La Rioja. La gastronomía y la arquitectura religiosa, una vez más, tienen una enorme importancia en esta pequeña ciudad.

Desde aquí y siempre evitando la autopista, alargaremos el viaje hasta Orduña, la única localidad de Vizcaya con el título de ciudad, y lo haremos por el mero placer de acabar esta ruta recorriendo las 15 revueltas del puerto de montaña homónimo. Unos pocos kilómetros atrás, la visita al Salto del Nervión nos dará la excusa para comprobar que las pistas de tierra bacheadas no son el escenario en el que el A4 Allroad se sienta más cómodo. Las curvas y el asfalto son su hábitat, un terreno en el que disfrutaremos tanto (o casi) como con un buen Rioja entre las manos; dos placeres tan complejos e intensos como antagónicos. Plaza Mayor de Laguardia (12). Vista de los viñedos y bodegas de Rioja Alavesa desde el altozano de Laguardia, con los Montes Obarenes al fondo (13). Portada policromada de la iglesia de Santa María de los Reyes, en Laguardia (14).

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