EL BUEN FUNCIONAMIENTO DEL CONTROL DE TRACCIÓN Y LA RIGIDEZ DEL CHASIS MARCAN DIFERENCIAS FRENTE A SUS RIVALES
Por último, la transmisión sigue recurriendo al esquema sin diferencial central, con tracción total engranable en marcha, hasta 50 km/h. Sí añade un dispositivo novedoso, un sensor del temperatura en el diferencial delantero que avisa si sufre un sobrecalentamiento e incluso pasa automáticamente a propulsión trasera si existe peligro para la integridad de la transmisión, si por ejemplo hemos olvidado colocar el modo 2H al salir al asfalto.
Un coloso en campo
En zonas abruptas salen a relucir las verdaderas cualidades del Hilux. La eficacia del sistema de tracción total y el apoyo de una electrónica bien puesta a punto redundan en una gran capacidad para superar obstáculos; de hecho, en nuestro recorrido de pruebas más exigente, no tuvimos que recurrir en ningún momento al bloqueo del diferencial trasero, que viene de serie en esta versión. Como ejemplo del buen funcionamiento del control de tracción, pudimos superar una cuesta de considerable pendiente con tierra suelta y profundas roderas sin ni siquiera conectar la tracción total, algo que nos sorprendió de manera muy positiva; por poner un ejemplo, en idénticas circunstancias, el Ford Ranger no fue capaz de seguir avanzando.
La relación de reducción de la gama de cortas es de 2,6:1, un valor en la media de lo que ofrece este tipo de vehículos. El funcinamiento de la caja automática es mucho más satisfactorio que en carretera, puesto que apenas hay pérdidas por resbalamiento del convertidor. Aunque las diferencias con respecto a sus rivales no son grandes, el Toyota Hilux merece un lugar muy destacado en este apartado por la solvencia con la que es capaz de resolver situaciones complicadas, y eso a pesar de que los neumáticos, unos Bridgestone Dueler H/T en medida 265/60-18, están claramente orientados a un uso mayoritario sobre asfalto. Sin sobrecoste. Las llantas de 18”, de nuevo diseño, son de serie; hay otras en opción, de idéntica medida, por 1.151 euros. Las estriberas laterales con material antideslizante también forman parte de la dotación de fábrica de este acabado.