LA LEY DEL MÍNIMO ESFUERZO
Aflojar los tornillos de una rueda no siempre es tan sencillo como debería. Si buscas una solución más práctica que la típica llave de tuercas, la pistola de impacto es tu herramienta.
ECarlos Ramírez
l par de apriete de los tornillos o de las tuercas que unen las llantas de nuestro todoterreno a los bujes depende del diámetro de los tornillos en cuestión y del material del que estén fabricados, y es un dato que nos proporciona el fabricante del vehículo. Para poder aplicarlo de forma precisa es necesario el uso de una llave dinamométrica. Esta herramienta permite graduar la fuerza máxima con que apretamos una tuerca. Mientras no sobrepasemos esa fuerza, la llave hará su función, mientras que cuando alcance el valor fijado, girará “desembragada”. Es algo parecido a lo que sucede con el tapón del depósito de combustible, que gira sin efecto cuando ya lo hemos apretado.
A la hora de la verdad, la herramienta original del vehículo nunca incluye una llave dinamométrica. En su defecto, el fabricante incluye una llave de tuercas acodada. Su longitud corresponde a un brazo de palanca adecuado para que el esfuerzo “razonable” sobre él ejercido por una persona de complexión media (unos 75 kg) proporcione un par de apriete aproximado a los requerimientos técnicos del vehículo. Como referencia, hablaríamos de unos 120 Nm (o unos 12,2 kgm) en el caso de un todoterreno equipado con tornillos de métrica 14 mm.
Pero el par de apriete teórico no siempre coincide con el real, especialmente cuando nos disponemos a desmontar una rueda de nuestro todoterreno. Con el sentido de giro de las ruedas a favor y la oxidación y corrosión como aliados, las tuercas que unen el vehículo con las llantas tienden a apretarse con el paso del tiempo. Así, a la hora de aflojar una tuera, podemos encontrarnos que el par necesario es mucho mayor que el de apriete. En estos casos, es fácil ver cómo muchos conductores recurren a la mayor fuerza de las piernas para aflojar las tuercas, con el consiguiente riesgo de deformar la cabeza de las tuercas. Más razonable sería utilizar una llave de cruz para aflojarlas y emplear la original del vehículo para apretarlas, para evitar pasarnos del par necesario. Otra opción muy interesante es utilizar la llave
LA HERRAMIENTA DE A BORDO DEBE PERMITIRNOS CAMBIAR UNA RUEDA, PERO NO SIEMPRE ES LA MEJOR OPCIÓN