PILOTOS DE TALLA, COMO LOEB O PETERHANSEL, USAN EL YXZ 1000R PARA SUS ENTRENAMIENTOS
Pilotos de la talla de Sébastien Loeb o Stéphane Peterhansel ya utilizan habitualmente el nuevo YXZ 1000R para entrenar, pues, dicen, las sensaciones que transmite son muy parecidas a las de su propio coche de carreras. Para Peterhansel, “es lo más cerca a lo que un usuario de a pie puede llegar para experimentar las sensaciones que tenemos con un coche oficial de rallyes.”
Personalmente, he podido probar el nuevo YXZ 1000R en terrenos como las dunas de los Algodonales, en California (EE.UU.), las rápidas pistas de los Monegros (territorio de la clásica Baja Aragón) o el espectacular recorrido del Raid de Cerdeña, y cada vez he llegado a la misma conclusión: Sí, se trata de un side by side de serie, pero con ADN de megadeportivo y un hábitat natural: las carreras.
Josep María Vidal, alma mater del equipo Yamaha-Trivimon, también lo sintió así desde el primer momento. Por eso no dudó en adelantarse al kit oficial de competición –que maximizará el potencial de este ligero y compacto buggy de corazón tricilíndrico– para desarrollar junto a Tot Curses un vehículo capaz de acometer las carreras off road más duras del mundo. Y atreverse, por qué no, con el mismísimo Dakar.
Cambio radical
Al primer vistazo ya se aprecia una total transformación. La jaula antivuelco, fabricada en tubos de acero al cromo molibdeno, ha sido modificada por completo para cumplir con los parámetros de seguridad requeridos por la normativa FIA para la categoría T3.3 (buggies de menos de 1000 cm3). Esto obligó a eliminar las puertas (el acceso al cockpit es por el hueco de la ventana) y a fijar los plásticos laterales y el techo por medio de bridas. En la parte trasera, desaparece la pequeña caja de carga, y en su lugar se encuentra un enorme depósito de combustible con capacidad para 260 litros (exigidos por la organización para garantizar autonomía en las etapas más largas), dentro de un cajón de aluminio situado por delante del eje trasero, para equilibrar los pesos; luces de polvo, extintores y llaves de corte de encendido tanto en el interior como en el capó frontal completan el equipo de seguridad obligatorio.
Además, todos los bajos van protegidos por una plancha de duraluminio de 6 mm que evitará daños en el cárter y servirá de ayuda para deslizar en las dunas.
Como el espacio es mínimo, la capacidad de carga se reduce a una caja situada bajo los asientos tipo baquet, junto a las ruedas