TANTO SI LO TUYO ES EL PÍCNIC COMO LA PESCA CON MOSCA, BENTLEY TE OFRECE REFINADOS ACCESORIOS
amortiguación según se aumenta la altura libre para superar obstáculos.
Sobre el asfalto es otro cantar, permitiendo disfrutar los doscientos y pico kilómetros por autovías y carreteras secundarias de Málaga. Y eso que la lógica altura del centro de gravedad en un vehículo con sus bajos alejados del suelo y con el techo a una altura de 174 cm no permite milagros de agilidad y aplomo. En el selector de ocho modos, hay cuatro para carretera: Custom (para configurarlo individualmente), Comfort, B (el normal, para toda circunstancia) y Sport. Con este último suceden varias cosas positivas de cara a una conducción dinámica. Por ejemplo, el tacto de la rápida dirección electrónica (2,3 vueltas) se hace menos blando. También cambia la ley de la amortiguación activa. Y, a partir de ciertas velocidades, la carrocería desciende automáticamente 20 mm, mejorando así la penetración aerodinámica hasta un Cx de 0,34. En el cambio automático también se nota que vamos en Sport. Cuando se inserta manualmente una relación con las levas del volante, se mantiene hasta nueva orden, mientras que en los otros programas se vuelve al automatismo pleno tras unos ciertos segundos sin maniobra de cambio de marcha.
La imponente línea de la carrocería y, sobre todo, la calidad y distinción de su lujoso interior de impecable aspecto y ajuste (madera y piel en abundancia), son marca de la casa. Pero el confortable y silencioso Bentayga no se distingue por la amplitud de su interior o la capacidad de su maletero, anunciado con 484 litros en configuración cinco asientos y con 431 en formato cuatro plazas. El maletero, además, puede ser ocupado casi totalmente por carísimos equipos Mulliner para pícnic o incluso para clasificar accesorios para la pesca de salmón o trucha. Hay también distinción técnica en detalles como la implantación eléctrica de 48 voltios, que a su vez posibilita un dispositivo antibalanceo activo Bentley Dynamic Ride –apreciable en conducción rápida– o el eficiente compresor volumétrico eléctrico que antecede a la acción secuencial de los turbocompresores. El compresor proporciona así una respuesta instantánea del motor desde muy bajo régimen, con un abundante par. Combinada con la reacción del cambio automático, esta característica permite aceleraciones y recuperaciones muy brillantes para un vehículo de dos toneladas y media en vacío.