MITSUBISHI MONTERO 3.2 DI-D 5P AUT. PARA TODOS LOS USOS
Mitsubishi estrenó, de forma experimental, las suspensiones independientes en las cuatro ruedas en 1997, en la exclusiva versión Evo de la segunda generación del Montero. Dos años más tarde, este esquema pasó a ser el estándar.
Con el paso de los años, Mitsubishi ya ha dejado claro que su carrocería autoportante soporta el trato más duro que se le pueda dar a un todoterreno, aunque no suponga un ahorro de peso claro respecto a la clásica solución de carrocería y chasis independiente. En materia de suspensiones, sus ruedas independientes ofrecen un inmejorable nivel de tracción, confort y adaptación al terreno; tan solo se ven perjudicadas por la altura variable respecto al suelo que proporcionan; algo que no ocurre con el eje rígido, que mantiene la altura al suelo constante.
C. Ramírez
Su propulsor de gran cilindrada registra unos consumos que oscilan entre 12 y 14 litros cada 100 km, con unas prestaciones suficientes para un todoterreno de su tamaño y peso. Robusto y fiable, en los más de 350.000 kilómetros de esta unidad tan solo un problema de temperatura obligó a reparar la culata.
La transmisión es uno de los mejores aspectos de este TT, ya que permite todo tipo de posibilidades, que incluyen el bloqueo de los diferenciales central y trasero; un plus para resolver situaciones trialeras complejas. El
1973
Presentación en el salón de Tokio del primer prototipo del Montero/ Pajero.
1981
Versión definitiva previa a la comercialización.
1982
Inicio de la comercialización.Versión con chasis, suspensión delantera independiente y eje rígido trasero con ballestas.
1992
Salida al mercado de la segunda generación. Nueva carrocería con el eje rígido trasero equipado con muelles de la versión anterior.
1999
Tercera generación, ya con carrocería autoportante y suspensiones independientes en ambos ejes. Se introduce el motor 3.2 de inyección directa de gasóleo.