EXPLORERS AVENTURA 2017
La intención de la organización se ha cumplido con creces. Se ha llevado a cabo un año más una semana de competición concentrada en cinco etapas con más de 1.000 kilómetros de recorrido, de los cuales solo el 10 % correspondía a recorridos anteriores, por lo que la mayoría de los trazados eran inéditos y, lo que es mejor, aunque parezca imposible, tan solo existían 15 kilómetros de enlace. Para facilitar aún más la logística, durante las especiales se establecían controles de paso en gasolineras, por lo que la autonomía no fue problema incluso para las motos, que también tienen categoría en la Explorers. Tanta intensidad era luego compensada por unos alojamientos de lujo, lo que permitía reponer fuerzas de la mejor manera. Por todo ello se puede calificar la Explorers Aventura como una cita de carácter “Premium” respecto de las que se celebran en el país alauí; no en vano, es la decana de las pruebas de orientación que se disputan allí. En lo deportivo, las primeras etapas no dejaron entrever favoritos, ya que incluso se produjeron empates entre equipos que cumplían con las localizaciones puntuables y con el tiempo máximo para acabar la jornada, pero con el paso de los días, los mejores navegantes sacaron a relucir sus valores, estableciéndose así las lógicas diferencias, aunque en los primeros puestos fueron mínimas. Los ganadores, Sainero y Budia, a bordo de un Toyota HDJ 80, se inscribieron en el último minuto y parecía que podrían notar la precipitación, pero fueron infalibles los primeros días, pudiendo incluso mantener su distancia en la última jornada. Empatados en el segundo y tercer puesto, quedaron las parejas Seco-Seco y Pardo-Pardo, a escasos puntos de los ganadores pero ya marcando diferencias con el resto de equipos que superaban la treintena de inscritos.