DEBES SABER...
CONSEJOS PARA LA RUTA Es importante planear bien qué vamos hacer. Si queremos hacer tramos del Camino Lebaniego, ropa cómoda y preparados para la lluvia, además de calzado ligero para caminar. Si queremos hacer montaña, tendremos que ir bien pertrechados, ya que las cotas no bajan de los 1.500 o 1600 metros. Si solo queremos hacer rutas 4x4, con llevar ropa de abrigo para las improvisadas pateadas será suficiente. Pero siempre en la zona habrá que contar con la lluvia… Y en la playa, un traje de neopreno no será echado de más… salvo en algunos días de verano.
CONSEJOS PARA EL RUTERO Ropa de abrigo, agua o bebidas y también comida. Y protección para la lluvia. Son muchos lo puntos donde podremos echar la manta al suelo y disfrutar de un pequeño refrigerio. La oferta gastronómica es suficiente, pero el paisaje invita a disfrutar de él. Todos los locales que encontremos para comer están pensados con menús copiosos y calóricos para soportar las temperaturas de la zona, y porque suelen ser montañeros los que los demandan.
FAUNA Y FLORA En la zona recorrida del Parque Natural de Oyambre y, por supuesto, en los Picos de Europa encontramos una flora de una gran diversidad. Podemos cifrar en más de 2000 las especies documentadas en esta zona de bosque tipo atlántico, donde robles, hayas, fresnos, castaños, encinas o acebos rebosan vida, mientras que la vegetación de alta montaña está especialmente adaptada a un clima duro, de largos periodos de nieve y ciclos biológicos breves. Mientras, en fauna destaca que la actuación de recuperación de algunas especies, como de águila real, quebrantahuesos, buitres y alimoches, ha permitido que estas aprovechen las escarpadas paredes para su anidación. Algo de más complicada observación son los urogallos, mimetizados en las frondosas zonas forestales. Otro animal característico de los Picos de Europa es el rebeco, así como algunas parejas de osos pardos, estos también muy difíciles de localizar. Lobos, jabalíes, corzos y hasta gatos montés, martas, comadrejas, armiños y nutrias pueblan valles y ríos. De estos últimos destacan el Cares y el Deva, ríos salmoneros por naturaleza de la Península Ibérica.