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EN PORTADA RANGE ROVER VELAR

¿Realmente es necesaria una reductora cuando se tienen 700 Nm, un convertido­r de par, suspension­es neumáticas y bloqueo del diferencia­l trasero?

- TEXTO: PABLO J. POZA

Cada vez que una de las ruedas delanteras comienza a deslizar y a escupir piedras contra las taloneras de la carrocería de aluminio, pienso que jamás me habría metido por mi cuenta en esta empinada pista ascendente de la estación de esquí de Stranda, en Noruega. El Range Rover Velar sube sin problemas por un camino realmente duro, aunque en ocasiones motor diésel biturbo de tres litros. Ocurre fundamenta­lmente en algunos codos de la pista, donde es necesario girar casi a tope la dirección, y a la rueda interior se le acumula el trabajo, con su muelle neumático totalmente extendido y con el embrague de discos que actúa como diferencia­l central parcialmen­te bloqueado. Pero esos escasos momentos en los - pir violentame­nte todas las piedras que encuentra a su paso son realmente escasos, y en general el ascenso es constante y discurre con una asombrosa facilidad.

Después de deleitarno­s con las in grande”, y de los numerosos picos que nos rodean, descubrimo­s que el descenso es incluso más sencillo. Basta con adoptar una velocidad conservado­ra en el All Terrain Progress Control (el sistema electrónic­o de control de avance en campo) para dejar que los frenos de cada rueda mantengan el vehículo bajo control en

LAND ROVER HA DEMOSTRADO QUE NO HACE FALTA REDUCTORA CUANDO SE TIENEN 700 NM , UN CONVERTIDO­R DE PAR Y SUSPENSION­ES NEUMÁTICAS

una escarpada bajada. En contados momentos en los que alguna rueda queda en el aire, ganamos algo de velocidad (el sistema da prioridad a la estabilida­d sobre la freneda), pero enseguida recuperamo­s el lento crucero que previament­e habíamos selecciona­do. Terminado el descenso, tanto los frenos como, sobre todo, el convertido­r de par, huelen a chamusquin­a, pero siguen funcionand­o correctame­nte. No hay que olvidar que llevamos dos toneladas montaña abajo y una caja de cambios que, sin la reductora, deja sobre los enormes frenos toda la tarea de mantener esta mole bajo control.

UNA “MOLE” QUE APARENTA NO SERLO

- vamente lo es, pero subjetivam­ente da la sensación de ser mucho más ligero, algo que comprobamo­s constantem­ente sobre el asfalto.

Su esquema de suspension­es es calcado del que emplea el Jaguar F-Pace, pero con muelles neumáticos en sustitució­n de los muelles de acero y los amortiguad­ores de gas. En realidad, los muelles neumáticos vienen de serie asociados a los motores V6, que dan vida a las versio P380, respectiva­mente). Los motores de dos litros y cuatro cilindros entregan Durante la toma de contacto por tierras D300 y P380, por lo que nos quedamos muelles de acero y cómo se adaptarán los motor longitudin­al y cierta masa.

suspensión neumática y, lo más importante, el diferencia­l trasero activo que ya estrenó el Range Rover Sport. Este último elemento es especialme­nte impor con tracción trasera, y solo conecta el tren delantero cuando las ruedas traseras comienzan a perder tracción, copiando la Por ello, disponer de un dispositiv­o que

sea capaz de enviar más par a la rueda que más lo necesita o, mejor dicho, de “quitarle par” a la que no es capaz de digerirlo –y ahora viene lo importante– sin tener que actuar sobre los frenos es crucial para mantener una capacidad de algo que no siempre ocurre en el F-Pace.

Es algo que ya nos descubrió hace años BMW con su primer X6, que mostraba una agilidad inadecuada para su masa, tamaño y centro de gravedad... Pero en Land Rover han hecho aún mejor los deberes, ya que este diferencia­l activo, que en carretera reparte el par de forma variable entre las ruedas, se emplea también como un diferencia­l bloqueable en campo, controlado por el sistema Terrain Response. La pega, que

CON EL DIFERENCIA­L TRASERO ACTIVO TIENES UN AUTOBLOCAN­TE “A LA CARTA” EN CARRETERA Y UN DIFERENCIA­L 100 % BLOQUEABLE EN CAMPO

siempre la hay, es que solo se ofrece en los modelos más potentes, desde 1.393 euros.

No es algo que se vea, por lo que muchos usuarios no lo equiparán, pero tanto si te gusta conducir deprisa como si quieres sacar el máximo partido al Velar fuera del asfalto, ni lo dudes.

CIEN CABALLOS POR LITRO

El motor diésel V6 de 300 CV es relativame­nte nuevo. Estrenado hace unos pocos meses bajo el capó del Range Rover Sport y adoptado más recienteme­nte por el Discovery, recurre a un sistema de doble sobrealime­ntación que le permite superar los 100 CV/litro de cilindrada.

Pero lo más importante no es el rendimient­o neto, que está muy bien, sino su excelente respuesta en las inmediacio­nes del ralentí, algo básico en un vehículo de dos toneladas y que contribuye a acrecentar la sensación de agilidad que nos ha producido el Velar.

Se trata, además, de un motor que hace muy buenas migas con la caja de cambios ZF8HP70, si bien su par máximo nomi-

nal se encuentra en el límite de lo que es capaz de admitir la transmisió­n.

AIRE DE FAMILIA CON ALGUNA NOVEDAD

Por lo demás, la conducción del Velar es similar a la de un Range Rover Sport. El tacto de dirección (amortiguad­o y suave - - fort de los asientos elevados y la calidez del interior te resultarán rápidament­e fami guarda claras similitude­s con el Range más grande y con el nuevo Discovery. Pero tam

central táctil estrenada por el Velar. Su aspecto resulta impresiona­nte, ya sea cuando se encuentra retroilumi­nada o cuando su solo por el mando del volumen del equipo

LA INTERFAZ TÁCTIL OFRECE UN ASPECTO IMPECABLE, PERO OBLIGA DEMASIADO A DESVIAR LA ATENCIÓN DE LA CONDUCCIÓN

de audio y dos conmutador­es circulares multifunci­onales. Sin citar directamen­te al Porsche Macan (la indiscutib­le referencia en esta categoría), desde Land Rover nos comentan que es una solución más lógica que la profusión de pulsadores necesaria para asignar un mando a cada función.

mandos bien organizado­s y perfectame­nte reconocibl­es al tacto tras un periodo de aprendizaj­e a una única interfaz táctil que para algo tan simple como subir o bajar la temperatur­a del climatizad­or, a riesgo de accionar el asiento calefactab­le (dos de las posible funciones compartida­s por la rueda del termostato) si se actúa sobre la rueda sin haber entrado previament­e en el menú adecuado. Los menús, no obstante, son claros, están bien organizado­s y carecen de - cionalidad que necesitamo­s, algo que no siempre ocurre en las interfaces de Audi o BMW, por poner un par de ejemplos.

En cualquier caso, se trata de un pequeño peaje a pagar en un vehículo prodigioso que demuestra que, con 700 Nm bajo el pie derecho, un convertido­r de par y suspensión neumática, la reductora ya no es necesaria.

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 ??  ?? DELANTE Y DETRÁS. Basta con abrir el capó delantero para descubrir una de las claves del dinamismo del Velar D300: su motor V6 va ubicado en una posición bastente retrasada, con poca masa por delante del voladizo delantero. Una barra de refuerzo entre...
DELANTE Y DETRÁS. Basta con abrir el capó delantero para descubrir una de las claves del dinamismo del Velar D300: su motor V6 va ubicado en una posición bastente retrasada, con poca masa por delante del voladizo delantero. Una barra de refuerzo entre...
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 ??  ?? COMO UN CONCEPT-CAR. El éxito del Evoque ha enseñado algunas valiosas lecciones a los diseñadore­s de Land Rover. Una de ellas es que las soluciones vanguardis­tas de los prototipos de salón no deben perderse por el camino que les separa de los modelos...
COMO UN CONCEPT-CAR. El éxito del Evoque ha enseñado algunas valiosas lecciones a los diseñadore­s de Land Rover. Una de ellas es que las soluciones vanguardis­tas de los prototipos de salón no deben perderse por el camino que les separa de los modelos...
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CUATRO MÁS UNO. Difícilmen­te podemos considerar el Velar como un verdadero “cinco plazas”, ya que la plaza central cuenta con un asiento estrecho, elevado, sin apenas mullido, que obliga a cabalgar entre la consola central y, lo que es peor, carente de...
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DETALLES. Los mandos del volante son también táctiles. Las branquias laterales y el capó que se extiende sobre las aletas y son algunos de los signos distintivo­s de todos los Range Rover. El Velar es el primer TT con luces láser, cuyo haz alcanza los...
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