NUEVA NORMATIVA DE HOMOLOGACIÓN DE CONSUMOS
La diferencia entre el consumo teórico comunicado por los fabricantes de vehículos y el obtenido en condiciones de tráfico real se sitúa en torno al 25 %. Un nuevo protocolo de homologación, impuesto por la Unión Europea desde el pasado septiembre y denominado WLTP ( procedimiento mundial armonizado de pruebas para vehículos ligeros), promete acercarse más, a partir de ahora, a los consumos reales. El protocolo anterior que evaluaba el consumo era de 1992. Se denominaba NEDC ( Nuevo Ciclo de Conducción Europeo) y, al igual que el nuevo WLTP, se obtiene en laboratorio, en un banco de rodillos. La diferencia es que el WLTP aplica criterios que representan condiciones reales de conducción. Algunos fabricantes ya han realizado pruebas y arrojan incrementos sobre las mediciones NEDC cercanos al 25 %. El WLTP analiza además el consumo en relación con cada versión del vehículo, teniendo en cuenta para ello el peso que añade su equipamiento o el tamaño de las ruedas. Por otra parte, en septiembre de 2019 se establecerá como obligatorio el reglamento RDE ( emisiones reales de conducción), que controlará las emisiones de óxido de Nitrógeno ( NOx), altamente nocivas para la salud. La normativa UE 6, determina como máximo 80 mg de NOx por kilómetro, con una moratoria del 50 % hasta 2020, punto todavía en negociación. Para reducir los NOx, casi todos los automóviles diésel actuales están obligados a recurrir a sistemas SCR, que incorporan un depósito de una solución acuosa de urea (AdBlue). Esta solución se inyecta en los gases de escape y reduce las emisiones de NOx. Además, en 2020 se impondrá un límite de 95 gramos de CO2 por kilómetro. Como consumo y emisiones de CO2 son directamente proporcionales, la industria del automóvil tiene difícil alcanzar este objetivo. De momento, los fabricantes y la administración estudian cómo promediar estos valores haciendo un cómputo global con los vehículos híbridos enchufables. El futuro nos dirá cómo termina todo esto y, sobre todo, si se respetarán los derechos de los ciudadanos que tengan vehículos de combustible líquido.