USADO
NISSAN PATROL LARGO TECHO ALTO
apesar de su agradable dirección asistida, el mundo urbano no es lo suyo, y es que el tamaño importa, así que olvídate de aparcamientos subterráneos y calles estrechas. Algo similar le ocurre en campo, donde su longitud penaliza el ángulo ventral y el de salida, limitando considerablemente sus dotes trialeras. Por si fuera poco, su motor atmosférico no es precisamente un prodigio de prestaciones. Sin embargo, este vehículo aprueba con nota si lo circunscribimos al ámbito del trabajo y los viajes, donde el tamaño es una virtud que ofrece muchas posibilidades.
La base de partida no puede ser mejor: un robusto chasis y una generosa carrocería que se adapta a todo. Poseedor de unos ejes y una transmisión a prueba de todo, juega la baza de la sencillez mecánica: desde las clásicas ballestas para las suspensiones y guiado de los ejes hasta la gestión mecánica del propulsor. Es sencillo y fácil de reparar allí donde estés.
El motor, carente de turbocompresor, se amolda bien al trabajo y al viaje tranquilo. Su consumo se puede calificar de correcto, ya que oscila entre 11 y 14 litros de gasóleo cada cien kilómetros, un dato que no es malo si tenemos en cuenta que ni el peso ni la aerodinámica juegan a favor.
Los frenos pecan de ser un poco justos cuando rodamos cargados. Si optamos por un ritmo ligero, se nota la diferencia respecto a cuando vamos descargados, y queda claro que le vendrían bien unos discos traseros. No obstante, suspensiones, motor, dirección, insonorización... todo invita a tomarse las cosas con calma; intentar rodar deprisa es antinatural para este Patrol.
Su reductora está bien desmultiplicada, y ofrece unas buenas posibilidades fuera del
EL MOTOR ATMOSFÉRICO DE
SEIS CILINDROS OFRECE UN BUEN RENDIMIENTO EN BAJA Y SUFICIENTES PRESTACIONES PARA UN USO NORMAL