PRUEBA EXCLUSIVA
RENAULT DUSTER 2.0 OROCH
EN LOS CADA VEZ MÁS IMPORTANTES MERCADOS EMERGENTES ENCONTRAMOS INTERESANTES MODELOS QUE NO SE OFRECEN EN EUROPA. NOS HEMOS DESPLAZADO HASTA ARGENTINA PARA PROBAR EN EXCLUSIVA EL RENAULT DUSTER OROCH, UNA VARIANTE PICK UP DE LA PRIMERA GENERACIÓN DEL CONOCIDO DACIA DUSTER, QUE SE COMERCIALIZÓ CON ÉXITO EN EUROPA DESDE 2010 Y HASTA HACE ESCASOS MESES.
como la marca de origen rumano resulta desconocida en Sudamérica, todos sus modelos se comercializan allí con el escudo del rombo y la marca Renault. El fabricante francés dispone de gran pedigrí en Argentina; no en vano, el veteranísimo y bien conocido en España Renault 12 se fabricó allí entre 1983 y 1994, y disfrutó de una merecida fama de abilidad y prestaciones. De hecho, en el país de los gauchos resulta fácil encontrar unidades rodando y en buen estado de conservación.
El modelo concreto que hemos podido probar exhaustivamente es una unidad de Duster Oroch Outsider Plus 2.0 de color verde esmeralda, tope de gama del modelo, con motor de “na a” (gasolina) y tracción delantera, que disfruta del equipamiento más amplio disponible.
En cualquier caso, nuestro compacto pick up se encontraba en perfecto estado, con 17.504 kilómetros en su marcador, y parecía dispuesto a enfrentarse sin complejos a la dura ruta que le teníamos preparada por Uruguay, norte de Argentina (Misiones) y sur de Brasil para visitar las impresionantes cataratas del Iguazú; más de 5.000 kilómetros de asfalto y pistas de ripio, balastro (gravilla, en argot uruguayo) y barro por la selva de Misiones y los Esteros del Iberá, en la provincia de Corrientes, ya de regreso por Argentina.
Antes de entrar en faena, conviene resaltar que el Oroch está derivado de la primera generación del Duster (en Europa acaba de llegar a las tiendas la segunda generación), y es un desarrollo exclusivo del Centro de Diseño de Renault para Latinoamérica, con sede en Sao Paulo (Brasil). El Oroch no es simplemente un Duster doble cabina con el maletero al aire libre, sino que, para aumentar su practicidad y colocarlo en el mercado entre las camionetas grandes (como el Toyota Hilux) y las pequeñas (Fiat Strada), ve alargada su batalla en 15 centímetros y aún más el voladizo posterior, para conseguir una longitud total de 4,70 metros, 36 centímetros más
LA TRANSFORMACIÓN DEL COMPACTO TODOCAMINO RUMANO EN UN PICK UP PARA EL CONO SUR HA SIDO MÁS COMPLEJA DE LO QUE EN UN PRINCIPIO PUEDE PARECER
que un Duster convencional. Se trata de una inteligente jugada que sitúa al Duster en la misma categoría que el Fiat Toro, vehículo que probamos en exclusiva el pasado año en el número 206 de Fórmula Todoterreno.
MÁS DIFERENCIAS
Además del importante incremento de la distancia entre ejes, el Oroch ve reforzado su sistema de suspensión independiente en las cuatro ruedas, que mantienen el diseño básico del Duster, incorporando muelles y amortiguadores más rígidos, mejor adaptados para soportar peso. De este modo, permite transportar hasta cinco pasajeros, con una caja de carga de 683 litros de capacidad, que en las variantes más equipadas va cubierta por una lona. El Oroch se ofrece de momento solo con tracción delantera, pero a partir de este verano ya se anuncian las versiones de tracción 4x4, con el probado sistema All-Mode 4x4 de origen Nissan, que ofrece tracción delantera permanente con eje trasero conectable automáticamente mediante un embrague de control electrónico que puede ser bloqueado a voluntad del conductor.
El Oroch se fabrica en Pernambuco (Brasil) y disfruta de mejores acabados e insonorización que el Duster sudamericano con el que también pudimos rodar por este continente hace cuatro años, y cuya prueba fue publicada en el número 176 de Fórmula TodoTerreno.
No solo los materiales se sienten de mejor calidad, sino que el ruido interior se ha reducido notablemente, lo que signi ca menor cansancio al nal de un viaje. La variante Outsider Plus se entrega muy bien equipada, destacando en su interior el volante de cuero (no regulable en profundidad) con el control automático de velocidad de crucero integrado (cómodo para largos viajes y fácil de usar) y un sistema de ayuda al aparcamiento por ultrasonidos, muy útil, pues la visibilidad hacia atrás es precaria, especialmente en nuestro coche, equipado con barras de protección en la luneta trasera. No se ha olvidado un práctico navegador con pantalla táctil de 7” (y equipo de sonido con USB y conexión bluetooth para audio y teléfono), ubicada demasiado baja en la consola central y que obliga al conductor a desviar en exceso la vista de la calzada. Este detalle tampoco ha sido resuelto con éxito en la segunda generación del Duster, presentada este año en Europa.
Los asientos no varían con respecto al Duster original, y su confort resulta mejorable para largos viajes, con una tapicería de tacto plasticoso y poco acogedora. El asiento del conductor es regulable en altura, mientras que en el del pasajero delantero solo están disponibles los reglajes habituales (longitudinal e inclinación de respaldo). Los tres pasajeros de la segunda la disfrutan de un poco más de espacio para las piernas que en el Duster convencional, gracias al incremento de batalla del vehículo, aunque el asiento central (esta la se puede plegar en dos partes asimétricas) resulta realmente incómodo.
El diseño exterior apenas varía con respecto al Duster original, si bien en las versiones más equipadas se instalan aletines de
LA CAJA DE CARGA DEL OROCH TIENE UNA CAPACIDAD DE 683 LITROS, Y EN LAS VERSIONES MÁS EQUIPADAS VA CERRADA CON UNA LONA. NO ESTÁ PREVISTA SU VENTA EN ESPAÑA
plástico, un arco decorativo tras la cabina y una defensa ornamental de plástico colocada por delante del parachoques delantero que incluye dos proyectores adicionales de luz larga. Esta pieza está bien integrada en la carrocería, pero limita el ángulo de ataque y la distancia libre, lo que propició que terminara nuestra prueba suelta, después de rozar numerosas veces contra el suelo en las roderas más profundas de las embarradas pistas.
Nuestro Oroch estaba equipado con el motor más potente, un tetracilíndrico de dos litros y 143 CV, fabricado en su día en España para equipar las versiones más deportivas de los Clio y Mégane de principios de este siglo. Este propulsor dinamiza perfectamente el vehículo, especialmente unido al cambio manual de seis marchas, con unos desarrollos tirando a cortos para lo que hoy día es habitual en Europa (a 120 km/h el motor gira a 3.000 r.p.m.) y un agradable tacto de funcionamiento.
El motor destaca por su magní ca respuesta a bajo y medio régimen, incluso en sexta marcha, en tanto que en la parte alta del cuentavueltas resulta mucho más perezoso. Las prestaciones y elevada cilindrada tienen como contraprestación
un consumo de gasolina del orden de 9,5 litros cada 100 kilómetros, que circulando en pista o ciudad se eleva por encima de los 10. Este detalle no resulta demasiado preocupante en Argentina, ya que la mayoría de estos motores se alimentan con GNC (gas natural comprimido), mucho más barato que la na a (gasolina).
El puesto del conductor es amplio, con un asiento tirando a duro y que recoge poco el cuerpo. La posición es correcta, aunque se agradecería que el volante tuviera reglaje de profundidad, para ajustar con más precisión la postura de conducción. El coche se maneja con gran facilidad en una metrópoli como Buenos Aires, aunque la mayor longitud sobre el Duster normal (muy popular entre los taxistas) se nota al girar en las calles más angostas, así como al maniobrar para estacionar en línea. En el empedrado y muy irregular pavimento del casco antiguo del s XVIII de Colonia del Sa-
EN LAS BACHEADAS CARRETERAS DEL NORTE DE URUGUAY, A LO LARGO DE LA FRONTERA CON BRASIL, PUDIMOS PROBAR A FONDO EL SISTEMA DE SUSPENSIÓN
cramento, en Uruguay, no se escuchaba ningún crujido a traqueteo, lo que habla muy bien de los acabados y ajustes de la carrocería y suspensiones.
En la autopista entre Montevideo y Punta del Este, el Oroch llanea cómodo a 140 km/h de marcador (3.600 r.p.m. en sexta), con ruidos mecánicos y aerodinámicos contenidos y con buena sensación de control y aplomo. En el aeropuerto rutero de Chuy, junto a la frontera de Brasil (un tramo de autopista diseñado para ser utilizado como aeródromo de emergencia) conseguimos una velocidad máxima de 170 km/h en quinta marcha a 5.200 r.p.m., prácticamente la misma punta que en 6ª marcha (700 r.p.m. por debajo). A esta velocidad, el Oroch no se siente cómodo, y tanto el ruido aerodinámico como el mecánico resultan elevados; un detalle anecdótico para un coche multiuso y no diseñado para ritmos deportivos ni para la circulación habitual sobre autopista.
En las bacheadas carreteras del norte de Uruguay, a lo largo de la frontera con Brasil, pudimos probar a fondo el sistema de suspensión, sobre asfalto muy irregular, viejo y con numerosos parches. En este escenario, el Oroch resulta confortable y se encuentra perfectamente adaptado a este entorno. El adelantamiento de los numerosos camiones en circulación no supone tensión añadida, ya que con solo bajar a quinta marcha, se dispone de una aceleración vigorosa para pasar de 90 a 120 km/h. La buena respuesta a bajo y medio régimen resulta muy útil, ya que esta situación
se repite continuamente en las rutas por estos países con escasas autopistas y con carreteras principales con trá co abundante, especialmente de vehículos pesados. En el norte de Argentina y camino de las cataratas del Iguazú, disfrutamos del clima selvático y de los chaparrones torrenciales que di cultan notablemente la conducción. En estas circunstancias de lluvia intensa, echamos en falta más velocidad en el limpiaparabrisas y un mejor sistema de ventilación de la luna delantera, que se empañaba con excesiva facilidad.
Manteniendo el competitivo precio que tiene el Duster en España y con una motorización adecuada, esta variante Oroch sería una interesante alternativa también en nuestro país para trabajos profesionales ligeros o en el campo, un digno sustituto para las legendarias furgonetas enault 4L que todavía resisten por los pueblos y rincones más apartados de nuestra geografía.