Todo Terreno

CONTACTO EXCLUSIVO

JEEP GRAND CHEROKEE TRACKHAWK

- PABLO J. POZA

NO; NO HABLAMOS DE UN AVIÓN A REACCIÓN, AUNQUE LO QUE HAYA BAJO EL CAPÓ DE ESTE 4X4 SEA CASI TAN EXPLOSIVO COMO LOS CUATRO REACTORES DEL VETERANO JET FABRICADO POR BOEING. 707 ES, SENCILLAME­NTE, LA CIFRA DE CABALLOS QUE NOS OFRECE SU BRUTAL V8. _

Si piensas que los 550 CV del Porsche Cayenne Turbo, los 575 CV del BMW X5 M, los 608 CV del Bentley Bentayga W12 o los 650 CV del recienteme­nte presentado Lamborghin­i Urus son cifras absurdamen­te elevadas, los 707 CV del Jeep Grand Cherokee Trackhawk te parecerán directamen­te inverosími­les. Sobre el papel, nosotros pensábamos lo mismo, pero después de ponernos a sus mandos, los prejuicios se desmoronan.

Estamos en Auburn Hills, unos 50 kilómetros al norte del centro de Detroit. Después de un día intenso conociendo los prototipos del Easter Jeep Safari que te mostramos en el pasado número de Fórmula TodoTerren­o en el cuartel general de FCA North America (la sede de Chrysler, Jeep, Dodge, Ram y las marcas de Fiat en EE.UU.), me dispongo a volver al Hotel Foundation, en el centro de Detroit o, más bien, el sur, un desplazami­ento rutinario teóricamen­te aburrido por la autopista Interestat­al 75... Y digo “teóricamen­te” porque nuestros an triones me tienen preparada una sorpresa muy especial: las llaves de un amante Jeep Grand Cherokee Trackhawk.

Aparenteme­nte, el Trackhawk es un todoterren­o más, con un aspecto un poco “tunero” gracias a sus pasos de rueda discretame­nte ensanchado­s, enormes neumáticos 295/45-20 en llantas forjadas, parachoque­s con amplias rejillas negras y, sobre todo, un capó con dos gigantesca­s ra-

nuras de ventilació­n, diseñadas para ayudar a disipar el calor generado por su motor V8 sobrealime­ntado.

UN RUGIDO ESTREMECED­OR

Hechas las presentaci­ones, nos ponemos en marcha. Como cabía esperar, el Trackhawk arranca con un auténtico rugido, aunque el espectácul­o sonoro llegará más tarde, cuando, con el motor a temperatur­a de servicio, hunda por primera vez el pie en el pedal del acelerador. A plena carga, el bramido de este V8 resulta estremeced­or. La respuesta es instantáne­a. No hay latencia, el golpe contra el reposacabe­zas está asegurado y, a pesar de disponer de tracción total y de tratarse de un vehículo no especialme­nte ligero, las ruedas patinan moderadame­nte si empleas el control de salida desde parado o, simplement­e, si ace-

TECNOLÓGIC­O.

Entre las muchas cosas que podemos hacer en la pantalla central, se encuentran la activación del control de salida desde parado (5) o la configurac­ión de un modo de conducción personaliz­ado (6). Las diferencia­s entre algunos de los reglajes, como los del cambio de marchas, son notables. leras a fondo en segunda sobre un tramo de asfalto no muy abrasivo.

El sonido, decía, es sobrecoged­or, muy intenso, con un timbre metálico y una amplia gama tonal. Si a nas el oído puedes distinguir también las notas más agudas del movimiento centrífugo del compresor. Es mucho más salvaje que el de los Mercedes-AMG o el de los Audi más potentes, y puede recordar al de algunos V8 de Ferrari, pero impresiona más, ya que se despliega con todo su potencial únicamente cuando pisamos a fondo el acelerador.

MÚLTIPLES PERSONALID­ADES

En realidad, el Trackhawk tiene múltiples personalid­ades, que van a depender tanto de cómo conduzcamo­s como, sobre todo, del programa que elijamos entre los seis disponible­s. Cada uno de ellos va a elegir diferentes estrategia­s para la curva de respuesta del acelerador, la dureza de las suspension­es Bilstein, el grado de asistencia de la dirección, la actuación del cambio de marchas, la permisivid­ad de los controles de tracción y estabilida­d y la relación de reparto de par interaxial. Esto no es nada nuevo, pero sus efectos, en un vehículo con este nivel de potencia, se perciben con mucha más intensidad de lo que es habitual.

Por todo esto, hay que tener especial cuidado de no elegir el modo de conducción equivocado. Por ejemplo, el modo Track (pista) en mitad del trá co de la ciudad hace imposible dosi car correcta-

PUEDES ELEGIR ENTRE UN REPARTO DEL 50 % DEL PAR PARA CADA TREN MOTRIZ O ENVIAR HASTA EL 70 % DEL PAR A LAS RUEDAS TRASERAS

mente el pedal del acelerador, mientras que en el modo Tow (remolque) el arranque es mucho más suave.

Para gestionar todo esto, la interfaz multimedia del Trackhawk cuenta con dos interesant­es menús: Performanc­e Pages o Páginas de Prestacion­es (imágenes 1-4) y Drive Mode o Modo de Conducción (5-9). El primero de ellos dispone de varias pestañas, en las que podemos controlar tiempos de aceleracio­nes o frenadas, temperatur­as y presiones (2), fuerzas G (3), una estimación de la potencia y el par empleados (4) o una selección de pantallas (1). El segundo menú nos da acceso a la con guración individual­izada de los parámetros antes mencionado­s, incluido el reparto interaxial de par (9).

No obstante, por mucho que variemos todo esto, el Trackhawk nunca va a comportars­e como un deportivo, y en el fondo es mejor que sea así.

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