Todo Terreno

PRUEBA

PORSCHE CAYENNE S

- TEXTO: PABLO J. POZA

PUEDE QUE MUCHOS USUARIOS NUNCA LLEGUEN A PISAR EL CAMPO CON ÉL, Y ES UNA VERDADERA LÁSTIMA, YA QUE JAMÁS DESCUBRIRÁ­N QUE LA TERCERA GENERACIÓN DEL CAYENNE DA LO MEJOR DE SÍ CUANDO ABANDONA EL ASFALTO Y SE CONVIERTE EN LO MÁS PARECIDO QUE EXISTE, SOBRE CUATRO RUEDAS, A UNA ALFOMBRA MÁGICA. ¿NO TE LO CREES?_ _

Todo cobra sentido cuando pisas el campo. Es así de sencillo. Comienzas con cuidado, consciente de que las Pirelli P Zero con poco más de 12 para cualquier cosa que no sea asfalto en - das a buen ritmo, te vas emocionand­o y acabas circulando a un ritmo inverosími­l. Las suspension­es lo digieren todo. Los neumáticos copian el terreno, y resulta sencillo dirigir el coche exactament­e a donde te propones, tanto en las zonas rápidas, como en las reviradas. Todo siempre está bajo control, con una zaga ágil que disimula el peso del vehículo, y hace olvidarnos casi constantem­ente de que llevamos puestas todas las ayudas electrónic­as, que nos hace olvidarnos de que pesamos más de dos mil kilos. No es como en otros coches en los que un exceso de gas supone el cierre brusco del grifo - do, todo ocurre deprisa pero suavemente, con cierta sensación de irrealidad, con la capacidad de sorprender­nos; esa virtud tan rara en estos tiempos de plataforma­s clónicas.

Las sensacione­s son, en realidad, muy parecidas a las que obtuvimos hace no mucho tiempo con el BMW X3 xDrive20d. Pero en esta ocasión contamos con más del doble de potencia y con el embaucador sonido de un motor V6 de gasolina. No es, todo hay que decirlo, el bramido metálico y más grave de los V8 que el Cayenne S montaba en el pasa sólo por el sonido de su escape–, pero a cambio hay más par, hay más potencia, y sus dos turbocompr­esores tienen una latencia razonable.

En realidad, es más fácil llevar deprisa este Cayenne S en la pista de pruebas de nuestro circuito todoterren­o que muchos de sus potenciale­s rivales. En el Jaguar F-Pace, por ejemplo, nunca alcanzarem­os salida de las curvas de la que disfrutamo­s en este Cayenne S. Ni siquiera el mencionado BMW X3 nos la ofrece, salvo que desconecte­mos el control electrónic­o de estabilida­d. Un X5, que sería un rival más directo, es descaradam­ente menos ágil, como también lo son los Range Rover Sport y Velar o el subvirador Audi Q5. Quizá un Mercedes-AMG GLE Coupé

puede ofrecernos algo parecido, aunque

UN POCO DE MAGIA

-

velocidad, por poner un ejemplo. Con los muelles de acero, los amortiguad­ores se encuentran desbordado­s en estas circunstan­cias. Con los muelles neumáticos, el badén simplement­e parece no existir.

Otro truco de magia del Cayenne son los discos de freno cubiertos de carburo de tungsteno. Son opcionales (por algo más de 3.300 euros) y aumentan la potencia del sistema, pero su tacto es poco progresivo. Cuesta hacerse a ellos.

Y el tercer “cachivache” es el diferencia­l trasero activo, que distribuye el par a voluntad entre las ruedas, en lugar de entregarlo a la que se lo pide (será tuyo por algo menos de 1.700 euros), otro de esos componente­s que nos da juego tanto en carreteras reviradas como en pistas lentas (donde aporta mucha agilidad) e incluso en campo.

En este último caso, los embragues de discos ubicados en el diferencia­l lo bloquean, algo especialme­nte útil cuando elevamos la carrocería y nos quedamos sin apenas recorrido en extensión de las suspension­es, lo que ayuda a superar obstáculos que de otra manera dañarían los bajos o la carrocería pero facilita que una o dos ruedas pierdan el contacto con el suelo.

UN POCO DE MAGIA

Así que, superada una cierta fase de compenetra­ción inicial en la que debemos adaptarnos al mordiente de los frenos o a la actuación no lineal de la dirección (especialme­nte si montamos el eje trasero directriz, opcional por unos 2.400 euros), el Cayenne S es un 4x4 llamado a satisfacer a su conductor durante cada minuto de su vida, ya sea circulando en carretera, devorando pistas, llevando cómodament­e a la familia, actuando de vehículo de representa­ción o, incluso, superando trialeras aparenteme­nte imposibles para un todocamino de lujo; una auténtica alfombra mágica.

CON UN PAR MOTOR DE 550 NM Y EL CONVERTIDO­R DE PAR, ESTE CAYENNE NO NECESITA REDUCTORA

 ??  ??
 ?? FOTOS: JESÚS M. IZQUIERDO ??
FOTOS: JESÚS M. IZQUIERDO
 ??  ?? INCREÍBLE. Cuando pisas por primera vez una pista, te cuesta creer el ritmo que se puede llevar con el Cayenne, siempre con una absoluta sensación de control.
INCREÍBLE. Cuando pisas por primera vez una pista, te cuesta creer el ritmo que se puede llevar con el Cayenne, siempre con una absoluta sensación de control.
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain