COMPRESOR ELÉCTRICO
Se trata del componente clave de cara a borrar del imaginario colectivo el concepto de lag o latencia, ese retraso en la respuesta tan característico de los motores sobrealimentados por turbocompresor. Directamente emparentados con los usados en Fórmula 1, estos compresores emplean una electrónica sofisticada para, sin recurrir a ninguna clase de engranajes, acelerar su turbina hasta unas inverosímiles 100.000 r.p.m. y controlar de forma precisa e instantánea la presión de soplado. El Audi
SQ7 emplea tres compresores, y uno es de este tipo.