RUTA GENGIS KAHN
SIBERIA
VAMOS A DAR UN GRAN PASO EN LA RUTA GENGIS KHAN. FRANQUEAR LOS MONTES URALES SIGNIFICA EL PASO DE EUROPA A ASIA. SIBERIA INCITA A LA ENSOÑACIÓN, ES TERRITORIO DE AVENTURA, DE CIUDADES HISTÓRICAS Y DE SENCILLOS PUEBLOS DE MADERA, DE CARRETERAS NUEVAS Y PISTAS MISERABLES, DE NATURALEZA INDÓMITA Y SALVAJE, RÍOS ENDEMONIADOS Y LAGOS APACIBLES, ESCENARIO DE LAS HAZAÑAS DE MIGUEL STROGOFF... Y TRAS MILES DE KILÓMETROS, AL FINAL DEL CAMINO: EL MÍTICO LAGO BAIKAL. _
l legar en otoño al territorio siberiano tiene un aspecto negativo: la climatología tan martirizante de frío y lluvia. Pero hay que ser positivos: los millones de mosquitos que envenenan el recorrido por Siberia en verano ya han desaparecido, y su otoño, aunque efímero, ha teñido sus bosques de sus seductores tonos ocres, rojizos y anaranjados. La ironía es que tenemos muchas provisiones pero es imposible cocinar al aire libre cuando se pone el sol. Las cenas “frías” son la tónica en nuestras acampadas, y para dormir en nuestra tienda de techo usamos el saco de invierno introducido en el saco de verano; el otoñal frío nocturno en Siberia es inclemente. No nos extraña que cuando se acerca el invierno, el país se congele tan brutalmente.
El imaginario colectivo piensa en Siberia como un lugar lleno de bosques, estepa ríos infranqueables... y es cierto. Ese es uno de los rostros más conocidos de esta zona del mundo. Pero Siberia es mucho más que todo eso; especialmente la ciudad de Tobolsk, que nos deja un recuerdo imborrable. Fundada por los célebres y temidos cosacos, nos envuelve una atmosfera con un romanticismo provincial indescriptible. Han conseguido mantener en su ciudad la huella del pasado cuidada impecablemente para su propio disfrute. No es una ciudad turística, y pocos o casi ningún extranjero se acerca por estos lares por estar fuera de las rutas principales, pero los rusos sí la iglesias, elegantes villas alternándose con casas rurales siberianas, jardines... Aquí vivieron la última etapa de sus vidas, ya en familia hasta que fueron trasladados a Ekaterimburgo, donde hasta los niños fueron asesinados brutalmente por los bolcheviques sublevados en 1918. La antigua capital histórica de Siberia ya no tiene ese título, pero nos ha enamorado.
En la gran urbe de Novosibirsk (Nueva Siberia), la tercera mayor ciudad de Rusia, las pequeñas casas de madera de arquitectura siberiana intentan sobrevivir, como antaño ya lo hicieron en estas severas lati de esta gran metrópoli tan dinámica.