Menos es más
Sí, en muchas ocasiones con menos conseguimos más. Nos lo argumenta y demuestra nuestra entrenadora de cabecera, Gema Quiroga, en un interesante artículo para buscar la excelencia como corredores de montaña, simplificando el entrenamiento, la nutrición, la competición e incluso el material.
Mi propuesta en este artículo es revisar ciertos aspectos de la vida del corredor de montaña para diferenciar entre lo que es imprescindible de lo que es prescindible. Si os parece podemos empezar con el apartado de material.
No por tener más correrás más
Es imprescindible tener un par de zapatillas que te permitan entrenar en ciudad y otro par para montaña. Podrías tener más (un par extra) en caso de que prepares distancias largas. Si eliges bien y conoces las características de tu pie, estarás muy satisfecho con tus dos o tres modelos. En cuanto a la ropa de entrenamiento, depende de los días que entrenes. Lo habitual es que con 3 equipaciones completas de invierno y verano puedas combinar y estar perfecto. Soy partidaria de entrenar y competir utilizando la misma equipación. De este modo no habrá sorpresas y todo estará ultra probado. Pero entiendo que a veces, por motivación, te guste la “ropa de batalla”. Si es tu caso, acepto un extra de equipo competitivo. El cortaviento, chubasquero y riñonera o mochila, son imprescindibles. Lo importante es hacer una buena compra inicial para que sea utilizable a lo largo de las temporadas. ¿Qué hacer con el resto de camisetas de carreras y ropa que no vas a utilizar? Puede ser un regalo muy emotivo para un buen amigo o familiar. O puedes donarlo para que sea reutilizado por corredores con recursos económicos limitados (ONG’s que apoyan culturas runners).
Si entramos en el mundo del entrenamiento, más horas no es sinónimo de mejor rendimiento
Mi recomendación es que te apoyes en expertos. Cada corredor lleva su línea de progresión. Muchas veces, más horas, más kilómetros, más desnivel, viene asociado a sobreentrenamiento y/o lesión. Es muy importante que prestes atención a los síntomas que te da el cuerpo ante los entrenamientos y competiciones. No desoigas los murmullos. Sé un corredor atento a las señales tanto internas como externas. Te librarán de muchos contratiempos. En este punto me gustaría remarcar que existe un mínimo de horas e intensidad de entrenamiento que permiten el aumento del rendimiento. Por debajo de ciertos valores en estas variables de entrenamiento no habría mejora sino empeoramiento por falta de estímulo. Mi recomendación es que te apoyes en expertos. Cada corredor lleva su línea de progresión. Muchas veces,
más horas, más kilómetros, más desnivel, viene asociado a sobreentrenamiento y/o lesión. Es muy importante que prestes atención a los síntomas que te da el cuerpo ante los entrenamientos y competiciones. No desoigas los murmullos. Sé un corredor atento a las señales tanto internas como externas. Te librarán de muchos contratiempos. En este punto me gustaría remarcar que existe un mínimo de horas e intensidad de entrenamiento que permiten el aumento del rendimiento. Por debajo de ciertos valores en estas variables de entrenamiento no habría mejora sino empeoramiento por falta de estímulo. Te anoto situaciones que pueden comprometer tu propia línea de progresión:
Realizar de forma habitual los entrenamientos de otros corredores/amigos. Me parece positivo el compartir ciertos entrenamientos siempre y cuando los niveles deportivos sean parecidos.
Entrenar únicamente los fines de semana porque es cuando tienes tiempo libre. Este tipo de esquema hace que te estanques rápidamente. Además, si haces 2 días muy fuertes, el cuerpo lo puede vivir como una agresión y no como un estímulo de entrenamiento.
Repetir las mismas rutinas de entrenamiento. A veces, por comodidad o desconocimiento, utilizas las mismas metodologías. Te estancarás rápidamente y será una pérdida de tiempo. Merece la pena que te informes para poder ser eficiente en tus entrenamientos.
Competir frecuentemente como método de entrenamiento. Es imprescindible diferenciar claramente entre competiciones y entrenamientos. Los objetivos son diferentes. En la competición sale a la luz el efecto del entrenamiento pero no puedes pretender que las competiciones sustituyan a los entrenamientos. Últimamente, cuando hablo con corredores en las competiciones me comentan que “van a entrenar”. A veces pienso que es una forma de quitar importancia y sentirse más relajados o que al no tener la forma física suficiente, han de planteárselo de este modo. Pero no es una buena estrategia.
Un aspecto fundamental y que marcará claramente la dirección de tu vida como corredor son las competiciones a las que te apuntas. No te dejes llevar por la emoción, ni el impulso ni las recomendaciones de los amigos. Si quieres tener éxito compitiendo y disfrutar entrenando, aplica tu sentido común. Ten en cuenta el tiempo en horas con el que cuentas para llevar a cabo los entrenamientos.
Ten en cuenta el tipo de trabajo que tienes para que no tengas interferencia negativa entre la vida laboral y la vida deportiva.
Ten en cuenta tu vida familiar. Habla con tu familia porque las competiciones y los entrenamientos afectan a todos los componentes.
Ten en cuenta tu vida social. Cuanto mayor es la distancia competitiva, más horas de entrenamiento necesitarás por lo que acumularás mayor fatiga corporal y mental. Indudablemente hay que recortar horas de la vida social para aumentar las horas de entrenamiento y de recuperación. Piensa que es algo puntual y que volverás a retomarlo en cuanto cumplas tus objetivos.