Desafío Lurbel Mountain Festival
Yeste acogió un año más la celebración del Desafío Lurbel, pero no fue una edición cualquiera. La marca valenciana aprovechó la coyuntura para celebrar su 25º aniversario. Dos décadas y media pensando en hacer ropa para los deportistas de resistencia. Se
No se sabe muy bien quién es el privilegiado aquí, si Yeste por haber sido escogido por Lurbel para celebrar su 25 aniversario, si Lurbel por haber podido realizar allí su desafío, o nosotros por poder disfrutar de una montaña sin limitaciones tan desconocida como bella. Sin duda nos sentimos muy afortunados de poder formar parte de un evento tan especial como son las bodas de plata de la marca valenciana, haciendo lo que más nos gusta, y como añadido disfrutarlo en una montaña que te ofrece zonas extremadamente técnicas por las que han transitado varias generaciones de pastores. Posiblemente esa sea una de las razones de ser del Desafío Lurbel Mountain Festival; dar a conocer esa montaña que regala paisajes increíbles y momentos únicos. Llenar de vida una vez más a una villa muy castigada por el descenso demográfico, que ha visto cómo en los últimos quince años su población se ha reducido casi a la mitad. En muchas de las carreras más importantes del país, en las que nos podemos encontrar a Depa nada más llegar a meta, la pregunta recurrente suele ser: ¿qué te ha parecido la carrera? Y la respuesta en esta hubiera sido parecida a la que le di en la pasada Riaño Trail Run: “La prueba es auténtica, pero la montaña es única. Debería ser asignatura obligada en los institutos, hacer gran parte de este recorrido y conocer estas bellas montañas, comprender que hoy en día la vida aquí pasa por mantener, disfrutar y mostrar estos bellos paisajes”. La Sierra de Segura enamora, las malas comunicaciones por carretera han contribuido en cierta manera a su conservación, casi la mitad de la superficie de la comarca cuenta con alguna medida de protección medioambiental para preservar un ecosistema muy rico en flora y fauna, contando con cerca de 2.000 especies arbóreas entre las que destacan las pináceas, que alcanzan con facilidad los 20 metros de altura, o animales como la mariposa
Graellsia Isabelae de unos diez centímetros de envergadura o el águila culebrera, que vigila desde lo más alto.
EL DESAFÍO
El evento central del Desafío Lurbel Mountain Festival ha girado en torno a las pruebas deportivas, creadas para todo tipo de atletas: para niños que se están introduciendo en el deport y para los corredores más experimentados, aglutinando en total más de un millar de participantes que llenaron de color la Serranía del Segura y las calles de Yeste. Pero el evento ha sido mucho más que deporte, también ha sido gastronomía con La ruta de la Tapa, y sobre todo diversión con multitud de actividades para los más pequeños y para las familias que venían a dar aliento a los deportistas.
LAS PRUEBAS DE TRAIL
La prueba más asequible del fin de semana fue la más pequeña de todas, en la que senderistas y corredores convivían en un trazado de iniciación a la montaña de 10,7 kilómetros. Una liviana subida al monte Ardial y un descenso un poco más ligero para disfrutar de cada metro. Los participantes del Trail de 25 kilómetros hicieron lo propio en un circuito rápido que acumulaba 1.300 m de desnivel y que llevó a los corredores a coronar el monte Ardial. La victoria recaía en manos de Javier Barea, claro dominador de la prueba, y de Dolores Roelas, que se adjudicaba el cajón más alto del podio en categoría femenina. Uno de los platos fuertes del fin de semana fue el Trail de 45 kilómetros, un verdadero desafío que llevaría a los corredores a
hacer un viaje mágico a través de un recorrido lleno de experiencias diversas gracias a una montaña muy técnica, de esas que no te dan un solo respiro, de esas que nunca quieres que acaben, un continuo zigzag de emociones que te conecta directamente con la naturaleza, con tu paz interior, y te saca una indeleble sonrisa que no quieres que se extinga jamás. Continuos sube-baja que acumula un desnivel positivo de casi 2.900 metros. La diversión comenzó pronto y gracias a la primera subida en el kilómetro 10 que llevó a los participantes a encontrarse con el Calar del Mundo. Llegados a este punto, casi a mitad de carrera, ya se habían superado más de 1.100 metros de desnivel positivo. Tras esa imponente subida llega el preludio de una bajada épica que sólo será del agrado de aquellos que durante toda la prueba han sabido regular sus fuerzas, y como último eslabón de la cadena, antes de alcanzar la meta, llega el paso común de todas las pruebas, el monte Ardal. A partir de ese punto ya sólo cabe saborear la meta, un postre de tres kilómetros en el que uno puede digerir lo que, a todas luces, ha sido una gesta. La victoria en el 45K se la llevó Vicente Macía, que se disputó la cabeza de carrera durante todo el recorrido con Iván Tecles, finalmente segundo. El podio lo cerró Juan José Díaz. En féminas la victoria fue para Miryam Talens, seguida de Olga García e Isabel Calderón.
PRIMERA EDICIÓN CICLISTA
La prueba BTT era una de las novedades del Desafío Lurbel Aniversario, una necesidad básica que había que cubrir para dar acogida a todos los adeptos de este deporte que ha conseguido Lurbel gracias a su nueva línea de ropa de ciclismo. Como reclamo para ellos, y también como recompensa, una de las pruebas de BTT posible- mente más duras de España, con un trazado muy técnico de 70 kilómetros y un desnivel acumulado de 3.000 metros positivos. Un estreno de lujo que contó con uno de los equipos de BTT más importantes de España, el Berria Factory Team, uno de los tres clubes del país que cuentan con licencia UCI. La victoria de esta primera edición de la BTT cayó en manos de Juan Trujillo y de Verónica González.
COMBINADAS Y CARRERA INFANTIL
Muchos de los momentos más emocionantes deportivamente hablando fueron las pruebas combinadas de Trail y BTT, que se disputaron entre el sábado y el domingo en las modalidades Combinada Mini, Combinada Súper y BTT/Trail 25+70. Pero si tenemos que hablar de vivencias especiales, sin duda las protagonistas fueron las carreras de los más pequeños. Los niños, repartidos en diferentes categorías por edad, ofrecieron a los espectadores momentos mágicos, de pureza, originalidad y valores deportivos. Un juego para ellos que hacen grande a un deporte que crece entre las sonrisas y la humildad de los más pequeños. Ellos fueron los reyes del Desafío.
LA FIESTA DE LA MONTAÑA
A lo largo de todo el fin de semana se pudo disfrutar de un ambiente festivo en la feria del corredor. Desde la recogida de dorsales para las diferentes pruebas, en la que se obsequió a los corredores con una espectacular bolsa preparada por Lurbel, compuesta de camiseta técnica y calcetines para el Trail, y de Malliot en el caso de la BTT. También allí pudieron disfrutar de una excelente paella como último punto de avituallamiento. Un lujo de Desafío que no debes perderte.