Los ochomiles del trail
Hemos buceado en el calendario mundial de carreras de montaña en busca de las competiciones que se celebran a mayor altitud. En España el privilegio es de Tenerife Blue Trail, pero... ¿Sabes cuál es la carrera más alta de América? ¿Y de Asia? ¿Y del mundo? Pista: está en África...
Apuntamos alto. Los más alto que se pueda. Y por eso hemos sondeado el mapa mundial de las carreras por montaña para alacanzar las mayors cotas posibles. Cumbres que se pueden coronar a pie y con un dorsal en el pecho. Viajar, competir y disfrutar de altitudes que superan los 4,000 y 5,000 metros en muchos rincones del planeta. Ese es el objectivo.
SKYMARATHON MOUNT ELBRUS, LA CIMA DE EUROPA
El monte Elbrus está considerado el techo geográfico de Europa y alcanza una altitud de 5.642 m. Hasta su cumbre llega la Skymarathon Mount Elbrus que se celebra en el marco de los Red Fox Elbrus Race Rusia, una micro olimpiada que durante ocho días reúne a más de 500 deportistas para competir en varias disciplinas. Entre ellas, por supuesto, el trail running. La prueba goza de cierta fama y tradición en el país, pero con una proyección internacional escasa, y además su nombre nos lleva a la confusión: la distancia de su recorrido es de 12 kilómetros. No es un maratón. Eso sí, todo el desnivel acumulado es positivo (3.342 m), con un trazado que ubica su salida a los 2.350 m, en un lugar despoblado conocido como Azau Glade, y finaliza en la propia cima del Elbrus. Todo cuesta arriba, sin rellanos. Debemos remontarnos al año 1990 para encontrar la primera competición a pie hasta la cima del Elbrus. En aquella ocasión montañistas soviéticos y americanos se desafiaron desde los 4.000 metros hasta la cumbre. Ganó un tipo que se llamaba Anatoli Boukreev con un tiempo de 1 hora y 47 minutos. No fue hasta 2005 cuando empezó a celebrarse la carrera de skyrunning que conocemos a día de hoy. En su segunda edición venció el alpinista Denis Urubko (3:55:59). Ya en 2012 participó y ganó Luis Alberto Hernando (3:41:00) y al año siguiente Kilian Jornet trató de establecer el récord del trazado, pero tuvo que abandonar a 300 metros de la cima por las nevadas y el viento. La mejor marca de ascenso en estos 3.342 m de desnivel que separan Azau Glade de la cumbre está en posesión del italiano Marco De Gasperi (3:03:55), otro consumado especialista en pruebas de alta montaña, mientras que el único atleta con dos entorchados en la carrera es el ecuatoriano Karl Egloff (2016 y 2017), quien además ostenta el récord de ascenso-descenso del Elbrus con 4:20:45. El Skymarathon Mount Elbrus exige como material obligatorio zapatillas de trail con crampones que tengan dientes de al menos 1’5 centímetros, arnés con dos eslingas autoasegurables, dos mosquetones y pasamontañas, entre otros accesorios. En el programa, además de esta espectacular prueba, encontramos otra de Kilómetro Vertical (donde el español Oriol Cardona se hizo con la victoria en 2016) que asciende desde los 2.350 a los 3.450 m, y la Skyrace de 7 km de distancia y 1.860 m de desnivel positivo hasta la cima del Elbrus. Para llegar hasta el pueblo de Azau lo mejor es viajar en avión hasta alguna de las ciudades principales de Rusia con conexión a Mineralnye Vody, el aeropuerto más cercano. Desde ahí en cuatro horas en coche llegaremos al punto de partida de la aventura.
EL MONTE ROSA REINA EN LOS ALPES
Si no damos por bueno al Elbrus como techo de Europa y nos ceñimos a la cordillera de los Alpes, la carrera más prominente es la Monte Rosa Skymarathon. Fue una de las pioneras en el continente, creación de Marino Giacometti ( ideólogo de las Skyrunner World Series) en 1993 y no se celebraba desde el año 2011. Pero esta temporada se ha recuperado con éxito presentando un trazado de 35 kilómetros y más de 7.000 metros de desnivel acumulado que ofrece exigentes ascensos y descensos, campos cubiertos de nieve, glaciares con grietas, áreas expuestas y condiciones meteorológicas severas. Por ello se requiere de arneses y crampones para afrontar los tramos más altos de la carrera. Su uso es obligatorio. La prueba empieza y acaba en el pueblecito de Alagna Valsesia, en el Piamonte italiano, y el perfil de la carrera es completamente simétrico: el mismo recorrido para subir que para bajar. Dicho en cifras, desde los 1.190 a los 4.554 m de altitud alcanzando el pico Margherita Hut, y vuelta. En la última edición celebrada participaron formando equipo Kilian Jornet y Emelie Forsberg en lo que fue la primera competición del atleta tras su lesión en el fémur. “Una de las mejores carreras del mundo”, aseguró. El precio del dorsal es de 150€.
MANASLU, EL OCHO MIL MÁS ALTO DEL TRAIL
La cordillera del Himalaya es escenario de un buen número de carreras por montaña que organizan diversas empresas de la zona y dirigidas a un perfil de corredor más aventurero que atleta. La más famosa de todas es la Everest Trail Race, porque una prueba con ese nombre no deja indiferente a nadie. Alcanza los 4.100 metros en el punto más alto de su perfil y recorre 160 kilómetros a lo largo de sus seis etapas. Luis Alberto y Jordi Gamito, entre otros atletas españoles, la corrieron el año pasado. Pero no es la más alta. La disputa por llegar más arriba que nadie entre los gigantes asiáticos se la lleva el Manaslu Mountain Trail nepalí, que alcanza los 5.100 m de altitud en el paso de Larka Pass. Hablamos de una prueba que se mantiene fiel a ese formato por etapas que tanto se destila en estos lugares remotos. Porque correr a esas alturas ciento y pico de kilómetros del tirón puede acabar con cualquiera. La única manera de acudir es contratando el pack del viaje de 14 días/13 noches que incluyen tres jornadas iniciales de aclimatación en Katmandú, los 7 stages de carrera, dos días de descanso o paseo y el regreso a Katmandú. El precio es de aproximadamente 2.500 € y no incluye el vuelo en avión hasta Katmandú ni la vuelta al país de origen del participante. Tampoco el seguro de viaje. Eso sí, el escenario es uno de los más espectaculares del planeta, con los ochomiles del Himalaya como telón de fondo y subida al campo base del Manaslu. Son 170 kilómetros y más de 20.000 metros de desniveles. Otro de los ochomiles emblemáticos del Himalaya es el Kanchenjunga. A sus faldas se celebra un maratón que alcanza los 5.000 metros de altitud, convirtiéndose en la segunda carrera más alta de la zona. Nos ubicamos en la India, en el estado de Sikkim. Son 42 kilómetros a lo largo de un trazado con pendiente negativa prácticamente de principio a fin, a excepción de dos cuestas que dispararán nuestras pulsaciones. La nieve y el hielo son protagonistas habituales en el terreno y el tiempo máximo para completarlo es de 8 horas. Hay disponibles distintos packs de viaje, y a precios muy competitivos, como el de 720 dólares que incluye tres noches de hotel en Yuskom y cinco noches en tiendas de campaña más todos los servicios habituales de la propia carrera: avituallamientos, dorsal, cena de la pasta, etc. El programa también ofrece una media maratón.
TENERIFE BLUE TRAIL, TECHO NACIONAL
En España el pico más alto de nuestra geografía se lleva el honor. Tenerife Blue Trail es uno de los ultras más deseados y buena parte de culpa la tiene el Teide, volcán que vigila el paso de los corredores en esta prueba de 102 kilómetros y cuya altitud alcanza los 3.555 metros dentro del Parque Nacional. El perfil no esconde secretos. La carrera empieza en Adeje, a nivel del mar, y corona su punto más alto prácticamente en el kilómetro 60, en ese paso que deja a los participantes apenas a 150 metros de la cumbre del Teide. Desde ahí y hasta la meta, pistas y pistas de descenso con la excepción del Asomadero, un hachazo importante en el kilómetro 85 que gusta muy poco al personal. La edición de 2019 se celebrará el 8 de junio y las inscripciones se abrirán en septiembre.
EL MENÚ DE LOS ANDES
La cordillera de los Andes goza de un potencial único para la celebración de carreras por montaña en altitud. Cuenta con gigantescas cumbres y fácilmente abordables, una combinación perfecta que nos deja un nutrido calendario de pruebas a pie que superan los 4.000 metros. No es la más conocida del continente americano, pero sí la más alta. Se llama Andes Infernal y tiene lugar en La Parva, una estación de esquí ubicada junto a la ciudad de Santiago de Chile. Los atletas ascienden a una altura de 5.430 metros a su paso por el cerro el Plomo, cruzando el glaciar hacia una mole que presenta climas inestables durante gran parte del año, registrándose tormentas eléctricas, nevadas y aluviones con facilidad. Por eso la organización estudia hasta cuatro recorridos alternativos en cada una de sus modalidades. Las carreras son de 15, 28, 42 y una extrema de 400 kilómetros, y en cada edición se elige una ruta diferente en función del estado de los caminos. Entre el material obligatorio de carrera no faltan los crampones ni el casco. La seguridad de todos los participantes es la gran prioridad de Andes Infernal y por eso a cada corredor se le entrega una aplicación que emite alertas por si se sale del sendero. Tras cuatro ediciones celebradas no se ha registrado ningún accidente grave. El aprovechamiento de oxígeno en el paso por el punto más alto del trazado, superando los 5.000 m, puede reducirse hasta el 55%. El récord del circuito lo tiene, como no podía ser de otra manera, el ecuatoriano Karl Egloff, bicampeón del evento. El Condoriri es un glaciar formado por parte de la cadena de picos nevados que convierten a Bolivia en uno de los países a más altitud del mundo. El pasado mes de junio se celebró en este lugar el primer Kilómetro Vertical boliviano integrado en el circuito internacional de la ISF. Y se alcanzaron los 5.350 m en la cumbre del Pico Austria, zona de meta. Casi nada. Los participantes afrontaron una distancia de 5 kilómetros y 920 metros de desnivel positivo con una pendiente media del 37%. Previamente los atletas subieron en teleférico desde la ciudad de La Paz al campo base del Condoriri. En la provincia argentina de Mendoza encontramos el más famoso y prominente de los picos de la cordillera andina: Aconcagua. El lugar es escenario del también conocido Aconcagua Ultra-Trail, carrera que en 2017 ganara el salmantino Miguel Heras. El recorrido de sus dos modalidades largas (100K y 60K) alcanza una altitud de 4.222 m en este cerro, aunque no llegan solas. En el programa hay otros tres circuitos de 38, 25 y 15 kilómetros. Puntuable para la ITRA, la próxima edición se celebra el 9 de febrero de 2019 y las inscripciones ya están abiertas. Hasta los 4.510 metros de altitud sube el Hielero Trail, una carrera que sigue el rastro de la mítica ruta de los hieleros del Chimborazo, en Ecuador. El trazado nace en la parroquia Rumicruz, a 3.200 metros, alcanzando los más de 4.500 metros en su paso por el kilómetro 24. Hablamos de un ultra de 70 km de distancia y 3.000 metros de desnivel positivo que regala majestuosas vistas del famosa volcán sudamericano. Se celebra en marzo.
PIKES PEAK MARATHON, UN EMBLEMA EN USA
En Estados Unidos las carreras de 100 millas se llevan la mayor parte de la fama y atención de los medios y aficionados. Pero la más alta y anciana es el maratón Pikes Peak, con más de 60 años de historia ininterrumpida. Esta montaña emerge entre la cordillera de Front (montañas rocosas) hasta alcanzar los 4.302 metros de altitud. Es una cumbre imponente y de acceso fácil. Por eso se entiende que sea la segunda más turística del mundo solo por detrás del monte Fujiyama. Su maratón es un símbolo del atletismo en América del Norte, pues fue el primero en el que una mujer completó la mítica distancia de los 42 kilómetros (Arlene Pieper, 1959). El recorrido parte del pueblo de Manitou Springs, a 1.920 metros de altitud, y toca techo en la cumbre del Pikes Peak, por encima de los 4.300. Para llegar a la meta hay que realizar el mismo camino a la inversa. Dos medias maratones simétricas sobre el papel para completar un circuito que presenta una pendiente media del 11%. Se celebra cada verano a finales de agosto y en el año 2012 vencía Kilian Jornet rompiendo la hegemonía del local Matt Carpenter, quien llevaba seis triunfos consecutivos y plusmarquista del evento con un tiempo de 3:16:39. De hecho, uno de los alicientes de los atletas de elite que cada año acuden a correr a Manitou Springs es el suculento botín de 4.000 dólares reservado para quien baje la marca de Carpenter. Idéntico premio existe para la mujer que lo haga de las 4:15:18 que Lynn Bjorklund marcó en el año 1981. El Pikes Peak Marathon vive tiempos modernos. Esta temporada forma parte del circuito Golden Trail Series esponsorizado por Salomon. Al cierre de estas líneas se estará celebrando la 63ª edición. Si la tienes en agenda para el futuro, debes saber que el cupo máximo de participación está limitado a 800 corredores. No es fácil entrar. Y eso que el dorsal es caro: 190 dólares.
KILIMANJARO MARATHON, LA CARRERA MÁS ALTA DEL MUNDO
El premio a la carrera más alta del mundo, contra todo pronóstico, está en África. Ni la imponente cordillera de los Andes, ni los míticos ochomiles del Himalaya, ni el todopoderoso Elbrus. Ninguno de estos macizos montañosos cuenta con una carrera que alcance los 5.895 metros de altitud del Kilimanjaro Marathon. El techo de África es también el del trail a nivel mundial. A día de hoy, el evento Guiness de nuestra disciplina. Nos ubicamos en el noreste de Tanzania, dentro del Parque Nacional del Kilimanjaro, a los pies de su inconfundible cono volcánico. A 2.650 metros de altitud empieza la prueba con un pequeño regalo de tres kilómetros de descenso para después afrontar 18 de ascenso ininterrumpido hasta el campo Kibu, lugar en el que se revisa el material de cada participante antes de ascender hasta la cima. Son 6 kilómetros más de subida, los de mayor inclinación, hasta alcanzar la cumbre, para después disfrutar de un vertiginoso descenso de 15 kilómetros de pista limpia que te llevará desde los 5.895 metros hasta los 3.750 en la zona de meta. En otras palabras: volarás por la falda del Kilimanjaro. A cargo del evento está la empresa Erik’s Adventures que cuenta con un equipo de profesionales de las carreras, organizadores también del Inca Trail Marathon en Perú. En su página web ofrecen 3 packs de viajes organizados con una semana de duración y un precio que parte de los 2.500 dólares. La opción más cara incluye un Safari y supera los 3.000 dólares.