YAIZA MIÑANA

« Hablamos con Yaiza a las puertas de la Facultad de Derecho en la Universidad de Zaragoza. Se sorprende de que queramos hacerle una entrevista. Y confiesa que se le ponen los pelos de punta. “Hace un par de años leí en vuestra revista un reportaje donde salían Dani Osanz, Jan Margarit, Leire Fernández… No me puedo creer que ahora sea yo a la que llamáis”, nos dice con risa nerviosa. Pero eso es señal inequívoca de que ha hecho las cosas bien. Muy bien.

Entregada a la montaña desde niña, Yaiza es más de trepar que de correr. Siendo menor de edad ya hizo sus cuatromiles en los Alpes y más de una travesía en el Pirineo Aragonés. Acostumbrada a enredar por las alturas, un día decidió salir a trotar por las calles de Zaragoza, “sólo para coger más fondo físico para hacer esquí de travesía”. Aún no lo sabía, pero estaba naciendo una atleta prometedora. Se confirmaron las sospechas poco después, cuando fue aceptada en el Grupo de Tecnificación de Carreras por Montaña de la Federación Aragonesa y el pasado curso se llevaba la Copa de España en categoría Junior, un título que luce ya en su habitación junto a la medalla de plata de la Zegama Junior (10 km y 600 m D+). Yaiza es muy competitiva –“a veces incluso demasiado”, apunta– y se vacía en cada carrera, pero lo de ser deportista profesional no lo ve. Dice que dejaría de ser una afición para ser una obligación. Y lleva razón. Por eso estudia en la universidad aunque tiene muy claro que no quiere trabajar encerrada en una oficina. “En el futuro me gustaría hacer oposiciones a algún cuerpo de la Guardia Civil, para ser miembro del GREIM o del SEPRONA y estar en contacto con la naturaleza”, asegura. Enseguida sacamos en la charla la figura de Luis Alberto Hernando, con quien Yaiza comparte patrocinador (adidas Terrex) y a quien admira profundamente. Cuando coincide con él se siente muy pequeña. “Le ves tan grande, con tantos títulos y tan sencillo a la vez que te quedas sin palabras –comenta–. Yo a Luis, a Maite, y a estos corredores tan buenos aún les veo muy muy lejos. No me veo por ejemplo haciendo sudar a Maite para ganar una carrera”.

Yaiza nos confiesa que si no entrena no es persona, y por supuesto, no concibe su vida sin el deporte. A sus compañeras de clase les sorprende que no se apunte a todas las fiestas que hacen en la universidad. “Sólo voy a algunas, pero lo de beber nada… cero. A menudo me preguntan que si merece la pena el sacrificio por correr, y siempre les contesto lo mismo: por supuesto que sí”.