UNIÓN EUROPEA: LA TORRE DE BABEL
En materia de transporte por carretera la Unión Europea es un auténtico campo de batalla. La Comisión Europea va por su lado con las medidas contempladas en el Paquete de Movilidad; el Parlamento va por el suyo poniendo y quitando y, finalmente, el Consej
Cuando se trata de transporte por carretera la Unión Europea es un auténtico caos. Parlamento, Comisión y Consejo no se ponen de acuerdo a la hora de tomar decisiones.
La europarlamentaria del PNV, Izaskun Bilbao, lo explicó muy bien durante su intervención en la última asamblea de Guitrans, donde dejó claro que en materia de transporte por carretera los acuerdos son muy difíciles en el seno de la Unión Europea.
La Comisión Europea marcó sus estrategias con la elaboración de los Paquetes de Movilidad, mientras que el Parlamento Europeo funciona de acuerdo a otros intereses poniendo y quitando en función de las mayorías existentes en cada momento y quedando todo a expensas de lo que decida el Consejo Europeo de ministro de Transportes donde hay bandos enfrentados.
Una mayoría de los europarlamentarios que forman parte de la Comisión de Transportes quieren estrechar el cerco a las empresas que operan deslocalizadas de sus países de origen, introduciendo en el Paquete de Movilidad medidas concretas que afectan a los descansos semanales en cabina, a la capacidad de realizar cabotaje y a la existencia de las “empresas buzón”.
Sin embargo una de las últimas votaciones del Consejo Europeo ha dejado fuera de la nueva normativa de Trabajadores Desplazados al transporte por carretera, una circunstancia -apoyada por España- que ha exas-
perado a los sindicatos y a los países que apostaban por aplicar esta medida de forma inmediata como forma de luchar contra el “dumping social”.
Por el momento y hasta que se resuelvan las discusiones sobre el Paquete de Movilidad los conductores profesionales se mantendrán “anclados” en la vieja Directiva de Trabajadores Desplazados, siendo con ello la única excepción a la regla, aunque los europarlamentarios aspiran a que los cabotajes puedan quedar fuera de dicha excepción.
Limitar el cabotaje
En cuanto a los servicios de cabotaje que se pueden realizar tras un transporte internacional, en el caso de empresas que no tienen sede ni establecimiento en el país en el que realizan los cabotajes el Parlamento Europeo quiere limitarlos a un máximo de 48 horas, aunque a cambio estos servicios podrían realizarse tanto en el país de destino del transporte internacional como también en los limítrofes.
La propuesta del Parlamento Europeo recoge que transcurridas estas 48 horas no se podrán realizar más operaciones de cabotaje en dicho país hasta que al menos hayan transcurrido 72 horas desde el retorno del vehículo al estado en el que se encuentra matriculado.
Hay que recordar a los lectores que en la actualidad puede hacerse cabotaje durante los siete días siguientes al transporte internacional.
Por su parte, la Comisión de Empleo también ha fijado nuevas medidas de control para limitar la competencia desleal que ejercen las “empresas buzón”, de forma que las empresas deslocalizadas estén obligadas a demostrar una actividad real en los países de acogida.
¿Cómo? Las autoridades europeas quieren que estas empresas acrediten que realizan habitualmente servicios de transporte en dichos países y que además disponen de áreas de aparcamiento para sus flotas.
Descansos en cabina
En relación con los tiempos de conducción y descanso también quieren introducirse novedades importantes, como el hecho de que el descanso semanal regular (45 horas consecutivas) pueda hacerse en la cabina siempre que el camión se encuentre estacionado en un área de aparcamiento segura.
En este sentido hay que contabilizar que algunos países de la UE han establecido importantes sanciones para los conductores que realicen estos descansos en las cabinas de sus camiones y que antes del cambio de gobierno España había decidido que dichas multas comenzaran a aplicarse en nuestro país a partir de julio.
En cualquier caso cada tres semanas el conductor tendrá derecho a tomar su descanso semanal normal en su domicilio o en otro lugar de su elección y para facilitarlo se apuesta por permitir prolongar hasta dos horas la conducción diaria, prolongando en el mismo tiempo los descansos semanales.
Ahora el Parlamento Europeo tiene que ratificar este texto aprobado por la Comisión de Transportes antes del próximo verano, siempre en función de lo que decida finalmente el Consejo Europeo, donde la pugna entre países es lo que manda actualmente.