Asalto al poder
Las nuevas generaciones de furgonetas contemplan en su oferta modelos con “glamour” e interiores confortables que responden a las necesidades de familias numerosas y del transporte de pasajeros VIP, un segmento donde MB y VW parecían dominar y que ahora están “asaltando” otros fabricantes.
La gama Trafic es una referencia entre las furgonetas de tamaño medio. Renault apostó hace años por ofrecer una amplia variedad de modelos para uso profesional, cuyo equipamiento y prestaciones han ido evolucionando hasta convertirse en una interesante opción como vehículos familiares y para el traslado de pasajeros.
Este es el planteamiento que se hace en esta versión Trafic Space Class preparada para acomodar hasta ocho ocupantes, incluido el conductor, y acometer viajes de larga distancia con un alto nivel de confort.
Como sucede habitualmente en este tipo de vehículos si hay algo que no echaremos en falta es el espacio, para lo cual en esta versión disponemos de casi cinco metros de carrocería y 1,95 metros de altura exterior.
Para el acceso a las plazas posteriores disponemos de una sola puerta corredera de algo más de un metro de anchura situada en el lateral derecho y se ha previsto un pequeño escalón en el interior para facilitar el acceso y reducir en siete centímetros la distancia total al suelo.
El habitáculo se plantea como una estancia agradable para el pasajero, empezando por unas butacas distribuidas en dos filas en configuración 2+1 y que si bien no son individuales sí que disponen de respaldo con inclinación ajustable.
Estos asientos están fijados al suelo mediante un sistema de raíles que permite variar la distancia entre ambas filas y dejar en cualquier caso un espacio considerable para colocar los equipajes, de modo que el hueco para los pasajeros no resulte demasiado estrecho para acomodar las piernas con naturalidad.
En este mismo vehículo Renault ofrece el acabado Premium, donde se sustituye la primera fila de asientos por dos butacas independientes que
pueden girarse a contramarcha. Este paquete opcional también incluye el tapizado en piel de los asientos, como sucede en nuestro caso, así como una mesa plegable que se desplaza a lo largo.
Todos los paramentos interiores están totalmente recubiertos, mientras que para la climatización se dispone de salidas independientes y de un cuadro con los mandos necesarios para graduar la temperatura al gusto de los pasajeros.
Alto nivel
Un interior en definitiva con un aspecto muy bueno, al igual que el puesto del conductor, que tiene ante sí un tablero de mandos fácil de interpretar y con un aspecto muy moderno.
En especial la consola central en la que se integra una pantalla táctil de gran formato, donde además de los sistemas habituales de conectividad y navegación tenemos, entre otros, datos de interés como consumo instantáneo y medio, duración del viaje, velocidad media, presiones de neumáticos, etc.
La postura de conducción es cómoda, pues el vehículo dispone de regulación de volante en altura y en profundidad, múltiples posiciones para el asiento y reposabrazos, lo que facilita posicionarnos correctamente y tener un buen control de los exteriores del vehículo mediante los retrovisores.
En lo que respecta al motor Renault recurre a la versión más potentes de las dos disponibles en las versiones acristaladas y que aporta una potencia de 145 CV, trabajando asociada a una caja de cambios manual de seis marchas. Una combinación bien ajustada y de funcionamiento muy suave, que ofrece unas prestaciones razonables, tanto en aceleración como en velocidad de crucero.
Nos ponemos al volante
En estas condiciones una vez que hemos superado el esfuerzo del arranque y vamos escalado marchas, apreciamos que el cuentavueltas se estira hasta alcanzar un régimen de 1.800 giros, incluso superior, aunque es a partir de 1.300 rpm donde esta bancada muestra una mejor disposición a empujar con cierto genio. Una vez estabilizada la velocidad podremos circular a 120 Km/h a un régimen ligeramente superior a las 2.200 revoluciones.
Las suspensiones están en consonancia con las prestaciones de la planta motriz, ofreciendo un funcionamiento suave que aporta confort a los ocupantes. En zonas viradas el sistema elegido no muestra tendencia a inclinar de manera aparatosa y en los tramos donde encadenamos apoyos en curvas a ambos lados tampoco aparece un excesivo balanceo de la carrocería.
La dirección tampoco merece menciones peyorativas y está al nivel en cuanto a su dureza y desmultiplicación y no requiere “bracear” en exceso a la hora de maniobrar en ciudad, mientras que en carretera presenta un tacto correcto en cuanto a dureza y no precisa correcciones de guiado.
En líneas generales esta versión Trafic Space Class de Renault nos parece una opción interesante, no solo como vehículo de transporte colectivo de gran capacidad, sino para aquellas familias que requieren de espacio en sus necesidades de movilidad y de ocio y que no quieren renunciar al confort de marcha que les podría ofrecer un turismo de clase media.