Cuaderno de bitácora
Día 1.
Con “Willy” en perfecto estado de revista arrancamos de la base en Gijón buscando la meseta castellana a través de la AP-66 para enlazar superado León con la autovía del Camino de Santiago o A-231. Bordeamos Burgos dirección Logroño pateando la vieja N-120 con su puerto de La Pedraja. Parada a comer en El Chocolatero en Castildelgado para afrontar la ruta riojana que nos obliga a tomar la autopista hasta Tudela.
Tras la pausa en Valcárce de Ribaforada seguimos por la atestada N-II entre Alfajarín y Fraga. En esta auténtica “pista del miedo” son muchos los chóferes que se han dejado la vida en los últimos tiempos. Ya anochecido llegamos a La Panadella haciendo descanso en la acogedora cabina de “Willy”.
Día 2.
Con las primeras luces transitamos por la A-2 en busca de nuestros puntos de descarga, el primero en Barberá del Vallés y el segundo en Granollers en el que completamos la descarga. Aprovechamos para desayunar y con todo el día libre tomamos la AP-7 para llegar a nuestro lugar de carga en Bordils.
En Gironafruit desenganchamos el tractor y nos dedicamos a hacer un poco de turismo visitando el puerto deportivo de Palamós y L’Estartit donde relajamos en una marina todavía libre de veraneantes. De retorno a Bordils aprovechamos para cenar de “picoteo” en la cabina.
Día 3.
Tampoco se presenta un día estresante ya que la carga no estará preparada hasta primera hora de la tarde. Aprovechamos para “arranchar” la cabina y tomar una refrescante ducha en las instalaciones de la empresa. Con la mitad del tonelaje a bordo escalamos por la C-25 hasta llegar a Alpicat (Lleida) donde en el almacén de Frutas El Panal completamos nuestra carga. Vuelta al “martirio” de la N-II con la subida de Fraga como inicio la noche nos llega a la altura del Hostal La Pepa donde hacemos parada y fonda.
Día 4.
Aún no ha salido el sol cuando el corazón de “Willy” se pone en marcha para enfrentar el último reto, alternándonos en el volante para aprovechar el tiempo al máximo. Ello nos permite llegar a comer, aunque algo tarde, al área de servicio El Castillo en el Burgo Ranero (León) y con el tiempo justo volvemos a la A-66 para alcanzar Asturias.
Hay que realizar el peligroso descenso del túnel con sus diecisiete kilómetros de bajada de forma prudente y aprovechando el gran rendimiento del freno motor VEB. En las instalaciones de Alimerka procedemos a descargar y tras entregar documentación y disco del termógrafo rendimos cuentas del viaje aparcando a “Willy” en el parking de Menéndez & Puerta Cargo.
Esta vez ha sido un viaje gran ruta con tiempo para el trabajo, el relax y para compartir experiencias, aventuras y añoranzas con uno de los mejores profesionales que transitan nuestras carreteras, José Iglesias Prieto –Josín-. ¡¡Buena proa a todos¡¡