¿POR QUÉ VITORIA?

Este año tengo la ilusión de debutar en distancia IM y he elegido Vitoria como lugar perfecto para hacerlo. Le he dado muchas vueltas e iré a esta prueba por muchas razones. Primero por estrategia. Es una prueba de natación "fácil": 3,8 km en pantano, sin olas y a una sola vuelta. Luego viene una bici rápida que aún permite levantarse de vez en cuando del sillín, desacoplarme y relajarme en algún momento de los 180Km... Y luego una carrera a pie plana, ante una afición que animará del primero al último, porque seguro que necesitaré de su energía cada metro de los 42 Km que nos esperan. Mi decisión también viene dada por la belleza del recorrido y por ser la tierra que ha visto crecer a quien, a título personal, considero el triatleta de los triatletas. Las últimas noticias no confirman que Eneko Llanos pueda participar por descuadre de calendario de cara a Hawái, pero confieso que siento una ilusión casi infantil por poder tomar la salida junto a él, para aunque nada más sea poder ver como su gorro abre la estela y se pierde entre las brazadas y la espuma... Para no volver a verle más que en las fotos que traerá nuestro incomparable Lucanux de esta mítica cita. También he elegido esta prueba por motivos bastante menos profundos, como no tener que desmontar los veinte mil tornillos que implica meter una bici de tri en una maleta, o arriesgarme a que un ignorante desaprensivo me la reviente tirándola como un saco de patatas desde la bodega de un avión. Y sobre todo he elegido la prueba, por la marca que respalda la misma, Challenge, que garantiza una organización perfecta, para poder disfrutar a tope de mi primer Ironman. La fecha me parece ideal, con todo el verano para poder entrenar aprovechando la cantidad de horas de luz y poder adaptarme bien a la posibilidad de que salga un día caluroso. Ojalá todo vaya bien, nos respete la salud, que no haya problemas en nuestro día a día y nos podamos ver en la meta del Challenge de Vitoria.