SLR 10 SLR 10
Trek siempre ha sido un referente, una marca solvente, rigurosa, puntera en tecnología, con presencia de liderazgo en grandes competiciones y con gama de sobra para llenar de bicis cualquier tienda en cualquier parte del mundo. Incluso a nivel comercial, quien trabaja con Trek manifiesta su satisfacción por el trato y el nivel de compromiso que la marca tiene con el punto de venta y con los clientes finales. Por estos y por muchísimos motivos más Trek está donde está, en la elitista liga de las grandes marcas. Sin embargo, entre los usuarios más puristas, deportistas profesionales y aficionados de exigencia sin límite, que son los que inevitablemente marcan tendencia para los gustos de muchos otros con poco criterio propio, siempre señalaban que a Trek le faltaba algo. Unos sabían expresarlo con más elocuencia que otros, pero filtradas todas esas percepciones, lo que se le pedía a gritos a Trek era una bici más irracional, una bici de carreras salvaje. El sello de marca Trek, siempre ha venido con bicis muy equilibradas, plenamente satisfactorias allá donde fueras y al ritmo que fueras, subiendo cada año el nivel de todos los valores claves de una bici. Siempre muy avanzadas, pero nunca las más ligeras, nunca las más rígidas, nunca las más arriesgadas en diseño (salvo alguna excepción). Sobre todo en los últimos cinco años, han ido callando…mejor dicho, atendiendo todo ese tipo de necesidades particulares de cada disciplina del ciclismo, lanzando numerosas bicis muy técnicas desde su método del desarrollo seguro. En lo que al mundo del triatlón se refiere, que cubre un amplio abanico de bicis, podemos decir que ya en 2014 Trek tiene una bici impecable para todas nuestras especialidades y perfil de usuario. Desde las deseadas Speed Concept para larga distancia a la explosiva gama Superfly para disciplinas off road, pasando por Domane como bici de carretera para gran fondo que asegura el máximo control en cualquier condición, a la Madone, que probablemente sea su obra maestra como mejor embajadora de marca para ciclismo de altos vuelos. Todas son bicis espectaculares y en todas impera la máxima de ayudarte a que seas mejor respondiendo a la realidad de cualquier camino y cualquier carretera. Con el trabajo bien hecho, con una bici soberbia para cada especialidad, era el momento de mostrar al mundo lo que en Trek son capaces de hacer si el objetivo es llevar las cosas al extremo del rendimiento. Ahora era el momento de estar con aquellos que quieren un formula 1 sin adornos, puras prestaciones. Afortunadamente no tienen remedio, porque incluso para crear una bici para fanáticos han invertido casi tres años de desarrollo, sin prisas ni actos impulsivos, trabajando minuciosamente para que la ciencia más avanzada y la percepción del ciclista radical, se encuentren en un punto de armonía de 4,7 Kg al que han llamado Émonda SLR 10. Trek ha ido más lejos que nadie con una bici serie, sin mirar la factura final y decir que cuesta 12.999€ sin parpadear, sin un titubeo, porque cuando uno se dirige a ese cliente que dice que sólo quiere lo mejor, sabe que no se ofenderá al hablar de dinero.¿Queríais una bici pasional? Súbete a una Émonda y no esperes la Trek de siempre, porque pondrá en evidencia lo que sabes hacer dando pedales. Es recomendable advertirte que ella también espera mucho de ti.