METODOLOGÍA DE ENTRENAMIENTO CON MÚSICA
EL PRIMER PASO. Escuchar la música para detectar su “latido”, sus beats. Prueba con varias temas musicales. La música pop es a priori la más fácil. Busca temas rápidos y lentos.
SEGUNDO PASO. Baja a la piscina y haz brazos con pull-boy y con tu mp3, donde tienes guardados esos temas musicales lentos y rápidos, e intenta acompasar cada entrada de la mano con los beats. Así llevarás una brazada constante y al ritmo de la música elegida, obteniendo diferentes ritmos de brazadas y por tanto diferentes frecuencia de brazada por minuto.
TERCER PASO. Prueba también con el batido de piernas; empieza haciendo pies con tabla con y sin aletas.
CUARTO PASO. Nada continuo acompasando brazadas con beats.
QUINTO PASO. Nada continuo acompasando piernas con beats.
ASÍ, DE UNA FORMA DISTINTA Y DIVERTIDA, PODRÁS CORREGIR: 1. BATIDOS ASIMÉTRICOS. 2. Paradas en el batido al respirar. 3. Diferencia en tiempos entre una brazada de un brazo y del otro. Un error muy común es que tiempo de brazada del lado de la respiración sea más lento. 4. Deslizamientos largos que se convierten en puntos muertos. 5. Excesiva frecuencia de brazada. 6. Poca frecuencia de brazada.
¡Atrévete y dale rock and roll al agua!