Mano a mano con el dolor
Pasar muchas horas sobre la bicicleta puede provocar una tensión continua en manos y antebrazos –además de la absorción de impactos si el terreno es irregular- que derive en sobrecargas y molestias. Son los dolores en las manos y muñecas, cosquilleo y, sobre todo, la sensación de manos dormidas que presentan muchos ciclistas. El doctor Alberto Sacristán hace en estas páginas un repaso por las más habituales molestias y lesiones no traumáticas en los miembros superiores entre ciclistas y triatletas.
Habitualmente, las lesiones no traumáticas se producen como consecuencia de una sobrecarga que puede acompañarse o no de una inadecuada técnica. Estamos hablando de lesiones en las que se produce una sobrecarga por una mala ejecución o mala biomecánica, y en muchas ocasiones crónicas. Para poder llegar al diagnóstico correcto y así poder aplicar el tratamiento adecuado, como en todas las lesiones de cualquier deportista, es necesario realizar una completa historia clínica con una anamnesis detallada, preguntando donde presenta el punto de mayor dolor o la lesión, cómo apareció el mismo, cuánto tiempo lleva así, la evolución desde que comenzó con el dolor o lesión, si hay alguna situación que lo mejora o lo agrava... Pero además, en las lesiones de los ciclistas y triatletas, nos será de gran ayuda poder evaluar al deportista sobre la bicicleta, explorando así su posición y su correcta adaptación a la misma. Muy frecuentemente estas lesiones no traumáticas suceden por una mala o incorrecta adaptación a la bicicleta. Es por eso que cuando un paciente acude a consulta quejándose de algún dolor cuando monta en bici, lo primero que hacemos es un estudio biomecánico sobre la misma.
Revisión anatómica del miembro superior
En la mano distinguimos tres zonas con 27 huesos en total: carpo (muñeca, con 8 huesos), metacarpo (con 5 huesos) y dedos. El antebrazo tiene dos huesos (cúbito y radio) y el brazo tan sólo uno, el húmero. La descripción anatómica de los músculos, tendones, ligamentos arterias, venas y nervios en esta zona del cuerpo es bastante compleja, con lo que no profundizaremos más.
Lesiones en el ciclismo
Las personas que practican ciclismo (ciclistas y triatletas) presentan frecuentemente lesiones del miembro superior muy distintas a la de otros deportes, donde predominan lesiones como epicondilitis (inflamación de los tendones de los músculos que se insertan en el epicóndilo del codo; muy frecuente entre los tenistas, por eso se habla de esta lesión como “codo de tenista”), tendinopatía del manguito de los rotadores (en el hombro; frecuente, por ejemplo, entre nadadores o en deportes de lanzamientos) u otros. Por su parte, entre ciclistas y triatletas aparecen otras lesiones que se suelen producir por una mala posición en la bici, bien por no presentar las angulaciones correctas o por una mala disposición en la bici con el baricentro desequilibrado. Esto puede llevar a que el apoyo en el manillar sea mayor de lo necesario. Las lesiones más frecuentes son:
1. Síndrome del Túnel del Carpo:
Aparece como consecuencia de la compresión del nervio mediano. Las causas de esta lesión pueden ser muy diversas, incluso puede aparecer como consecuencia de pequeños microtraumatismos al mismo nivel con inflamación periférica e irritación nerviosa. Igualmente, si se dispone la mano en la parte alta del manillar, con el carpo en extensión máxima, se producirá una elongación excesiva del nervio, provocando igualmente una irritación. Como consecuencia, la sintomatología que aparece es la de una alteración de la actividad motriz fina, hipoestesia y parestesia (dedos dormidos) del pulgar, índice, medio y la mitad del anular. Esta situación es descrita por los pacientes como “dedos de mantequilla” ya que se le suelen caer objetos por falta de fuerza prensil. En la exploración solemos encontrar una maniobra de Phalen positiva (mantener una flexión máxima de la muñeca durante un minuto) y un signo de Tinel igualmente positivo (se reproduce la sensación de hormigueo y adormecimiento con la percusión sobre la zona comprimida). Esta sintomatología habitualmente sólo sucede con la práctica deportiva y desaparece fuera del ámbito deportivo. Tratamiento: la primera opción será realizar un estudio biomecánico detallado, aplicando las modificaciones pertinentes en sillín, manillar, potencia del manillar, angulaciones, baricentro… Este suele ser el único tratamiento ya que la sintomatología suele desaparecer con las correcciones pertinentes, pero si persiste habría que realizar radiografías, incluso resonancias, para poder resolver la situación. En estos casos no suele estar indicada la utilización de analgésicos. Inicialmente podemos utilizar medicamentos de vitaminas del grupo B, ya que disminuyen la irritación de los nervios, así como el magnesio.
2. Síndrome del Canal de Guyon:
En este caso el nervio afectado es la rama motora del nervio cubital. El mecanismo suele ser igual que en el caso del Síndrome del Túnel Carpiano, microtraumatismos o compresión continua a nivel del Canal de Guyon con irritación nerviosa. Esta compresión del nervio cubital se produce cuando la disposición de la mano es en la parte alta del manillar con extensión máxima del carpo. La sintomatología que aparece es igualmente hipoestesia y parestesia (disminución sensorial; sensación de hormigueo
y dedos dormidos), incluso con pérdida de fuerza del quinto y cuarto dedo. Suele aparecer el signo de Watemberg (separación permanente del 5º dedo) y signo de Frament (atrofia hipotenar y garra cubital de los dos últimos dedos). Tratamiento: es imprescindible la modificación de la posición de la mano y muñeca en el manillar y evitar la vibración al mismo nivel. Puede ser interesante poner unas ruedas más anchas, inflar menos la rueda y utilizar guantes con acolchado. Para disminuir la irritación del nervio cubital puede ser recomendable la utilización de vitaminas del grupo B así como magnesio.
3. Tendinitis de Quervain
La tendinitis de Quervain es la inflamación del abductor largo y del extensor corto del pulgar, a nivel de la apófisis estiloides del radio (zona que conecta el radio con la muñeca). Habitualmente surge como consecuencia del apoyo de la muñeca en el manillar con una desviación cubital. Por esta alteración de la posición de la muñeca en el manillar se produce una angulación de los tendones anteriormente citados. Realmente lo que se produce es una inflamación a nivel del túnel fibroso-óseo que se denomina tenosinovitis. Aparece dolor intenso en la zona de la estiloides radial, dolor que se agrava con la maniobra de Finkelstein –maniobra exploratoria que se realiza para el diagnóstico de esta tendinitis- siendo positiva en este caso. Tratamiento: utilizaremos una ortesis durante el día, incluso al montar en bici. Acudir de forma temprana al fisioterapeuta asegurará una rápida curación al utilizar técnicas como ultrasonidos o masaje Cyriax. Cuando es un proceso crónico la utilización de acupuntura junto con medicamentos biorreguladores puede resultar bastante eficaz.
4. Tendosinovitis de los extensores radiales y extensores de los dedos
Esta lesión surge en aquellos ciclistas o triatletas que entrenan o compiten en larga distancia y que transitan por una superficie de carretera irregular, con adoquinado o pavés. Al entrenar en este tipo de superficie el deportista coge con mayor fuerza el manillar y como consecuencia se sobrecarga la musculatura del antebrazo, produciéndose una hipertrofia de los músculos abductor largo y extensor corto del pulgar, que discurren por encima de los extensores radiales, los cuales quedan comprimidos contra los planos profundos. Se produce habitualmente un dolor continuo en los movimientos de flexo-extensión de la muñeca, incluso en ocasiones se oye una ligera crepitación. Cuando se cronifica la lesión aparece una zona inflamada a nivel de la cara dorsal del radio. En este caso será necesario cambiar las rutas de entrenamientos buscando otro tipo de asfalto, más regular.