Los deportistas que entreno directamente, siempre están hartos de oírme decir:
Y así es, pero también es verdad que la capacidad de asimilar el entrenamiento es una cualidad que se acorta y gana en calidad con la constancia en el entrenamiento. Por ello los deportistas de élite necesitan menos tiempos de recuperación física aunque probablemente no mental. Siempre habrá diferencias individuales, como en todo. Pero en los deportistas populares no juegan en la misma liga y su necesidad de descanso está aumentada porque cómo carga de entrenamiento “especial” está su realidad, su vida: trabajo, familia, prisas para conseguir el equilibrio.
Alguno puede tener la tentación de “empalmar” temporadas. Suele ocurrir cuando el triatleta ha estado lesionado en algún momento de la temporada y eso le impidió entrenar y competir a tope durante meses. Su estado de forma es el mejor del año y no quiere perder ese punto. En estos casos es importante tener la sangre fría y tener la perspectiva suficiente para darse cuenta que tiene por delante 10 meses de entrenamientos. Igual no es mala idea ir dejando pasar ese estado de forma mágico y volver a construir desde unos cimientos firmes en vez de unos desgastados. Además, hay un factor que debemos tener presente que va en contra de la mayoría de triatletas populares: ¡los años pesan!. Según vamos cumpliendo años la capacidad de recuperación del organismo merma y no poco. Se necesita más tiempo para reponerse de los grandes esfuerzos. Si somos pacientes y damos al cuerpo el respiro necesario podremos mantener un buen nivel durante muchos años. Alargaremos la vida deportiva siempre y cuando respetemos el ritmo de la naturaleza.