CURIOSIDADES
Que el impacto no depende tanto del tipo de calzado y de la cantidad de amortiguación que disponga su mediasuela sino de la tecnología y de la calidad de esta. He podido testar el sensor con varios modelos de zapatillas de diferentes marcas, modelos de entrenamiento y voladoras, de trail, mixtas, con EVA y con polímeros de última generación y las diferencias entre ellas no son determinantes. Si lo es la forma con la cual corres con ellas, esto es la técnica de carrera y especialmente cuando varías la longitud de la zancada y la superficie del primer apoyo o aterrizaje del pie. Si alargas la zancada y entras de talón impactas más, si acortas la zancada y aumentas la frecuencia tratando de apoyar más de mediopié se reduce el impacto, datos a tener en consideración. La posibilidad de colocar el sensor en cualquiera de las dos piernas permite comparar los valores entre ellas y detectar desequilibrios musculares, alteraciones biomecánicas o dismetrías. También he podido constatar cómo el nivel de impacto no depende tanto de la superficie sobre la que corres sino de la forma en la que lo haces. Aunque en este sentido quedó claro que en mi caso particular correr sobre césped con zapatillas de entrenamiento o hacerlo sobre cinta a ritmos superiores a 4 minutos/ km lograba los menores índices de impacto. Correr descalzo sobre cemento o hacerlo con calzado minimalista sobre asfalto o correr con calzado amortiguado a 3.30´/km es con los que logré mayor tasa de impacto. Con estas apreciaciones personales llego a la conclusión que más importante que el tipo de zapatilla que se utiliza y la superficie sobre la que se corre, lo que va a permitir realmente reducir los impactos va a ser mejorar la técnica de carrera y adecuar la frecuencia de zancada óptima a la velocidad. ¿QUÉ MÁS
DELATA EL SENSOR DE IMPACTOS?
El dispositivo pone en evidencia que lo importante no es tanto la tecnología que se lleva en los pies sino la manera en la cual te desplazas en carrera, la forma con la cual apoyas el pie en el suelo y cómo están situadas tus articulaciones. Como se coordina el movimiento y la musculatura para que la transición de la amortiguación a la impulsión a través de la pisada sea lo más eficiente posible. En definitiva al igual que hacemos en natación, todos deberíamos tratar de mejorar la técnica de carrera a pie para que resulte lo menos lesiva posible para nuestro aparato locomotor. La carrera a pie no sólo es una de las tres disciplinas que componen nuestro deporte, es la que mayor impacto ocasiona en nuestro organismo, la que se realiza en último lugar y en la que dependiendo de las distancias se decide el resultado final. Además de por el auge del triatlón, correr esta de moda en parte por la concienciación de la necesidad de realizar ejercicio físico, por su rentabilidad al no requerir mucho tiempo para obtener beneficios cardiovasculares, facilidad de realización y bajo coste económico entre otros factores. Pero al concepto del running se le atribuyen muchas lesiones asociadas al uso excesivo, pero “otros factores” en los que se encuentra la mala técnica de carrera, no respetar los principios del entrenamiento deportivo y la inadecuada elección de las zapatillas son responsables de un importante porcentaje de ellas. Según Robert Gallo del Departamento de Ortopedia y Rehabilitación del Medical Center de Pennsylvania el porcentaje de lesiones por correr aumenta significativamente cuando el kilometraje semanal se extiende más allá de 60 km. semanales y asegura que el 50% de los corredores que participan en pruebas populares de media distancia sufrirán una lesión relacionada con el traumatismo propio de la carrera a pie.