Pedro Sánchez se pertrecha para proteger su mandato
Es casualidad que la jornada en la que la comisión de Justicia del Congreso ha dado su visto bueno a la ley de amnistía haya coincidido con la imagen de Pedro Sánchez protegido con casco para descender a las obras de una línea del metro de São Paulo que está construyendo la empresa española Acciona. Pero esa imagen puede simbolizar perfectamente parte de lo que ha conseguido. En un momento especialmente difícil debido al ‘caso Koldo’, Sánchez ha conseguido una medida de protección de su mandato, algo que aseguraba que no estaba en riesgo pasase lo que pasase aunque una hipotética ruptura total con Junts sembrara de dudas el devenir de la legislatura. No ha habido declaraciones del
jefe del Gobierno relativas a esa ley que ha tenido en tensión durante semanas al Ejecutivo y al PSOE. Ha aprovechado para sacar pecho por el liderazgo de las compañías españolas. Pero ha evitado hacer comentarios en público sobre un pacto que ya dio por hecho horas antes de que viera la luz. Sánchez no tenía ni tiene dudas. Puigdemont será amnistiado. Al menos es lo que afirma y lo que dio por seguro cuando garantizó que el texto que tumbó Junts permitía que se beneficiaran todos los protagonistas del ‘procés’. Desde el entorno de Sánchez se destaca la satisfacción del presidente del Gobierno por ver hecho realidad lo que había afirmado incluso en los momentos más difíciles de la negociación con Junts, que finalmente habría ley. «Ahora, a seguir remando», comenta uno de sus colaboradores. Cree que tiene suficientes remeros para que las próximas paladas le lleven a aprobar los presupuestos.