Preguntas sin respuestas
La vida y nuestro entorno social está llena de preguntas sin respuestas. Tan solo leyendo algunos de los titulares de la prensa, observo muchos casos que dan la razón a tal aserto.
Por ejemplo, Elma Saiz, la ministra de Inclusión dice: «Estamos rozando con la punta de los dedos los 21 millones de personas trabajando»; y yo me pregunto, entonces, si en España tenemos más de 48 millones de habitantes, ¿de qué viven los restantes 27 millones?
Leyendo la última entrevista al alcalde de Palma en el diario Ultima Hora, veo que sus aficiones principales son, por este orden, la gastronomía y cocinar salsas, y que su perro se llama ‘Pancho’. Creo que tendría que someterse, por su salud, a una sesión de psicoanálisis freudiano mediante la técnica denominada de las asociaciones libres, la cura por la palabra (talking cure) en relación a su peligroso inconsciente.
Ahora que estamos en plena campaña de elecciones presidenciales en
USA, la jueza progresista, Sonia Sotomayor, suelta la siguiente perla: «Donald Trump es un insurreccionista que ha violado su juramento». ¿En manos de quién está esa potente nación que puede amenazar a todo el mundo?
Y así podríamos seguir recabando preguntas sin respuestas, pero ya que estamos en España, me quedo con la siguiente perla que está en boca de nuestro presidente, en un audio grabado en una entrevista suya, cuando dice: «Hay que confiar en una persona como yo, porque soy una persona honesta que cumple lo que dice; que quiere por encima de otra cosa a su país; que he demostrado que he antepuesto el interés general al interés particular; y que soy una persona de fuertes convicciones». Sin comentarios, se deja a cada cual lo que quiera pensar de dichas afirmaciones. Por lo menos, tenemos una pregunta con respuesta, que es la palabra del presidente de España.
¡Que Dios nos conserve la vista y la salud!